Pobreza energética

Más de 10 millones de españoles no puede calentar su hogar en invierno pese a la caída de precios de la energía

Casi uno de cada diez españoles admite retrasos en el pago de sus facturas

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Casi un 21% de la población de España, unos 10 millones de personas, asegura que no tiene recursos para mantener unas condiciones de confort térmico en invierno adecuadas dentro de su hogar en 2023 pese a la caída de los precios de la energía, según el informe anual de indicadores de pobreza energética en España de la cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas presentado hoy.

Este dato sigue empeorando año tras año, acentuado por la creciente inflación que atenaza la capacidad de consumo de los hogares españoles. En 2021, el 14,3% de los hogares no podía permitirse calentar su vivienda de forma adecuada, una cifra que se disparó al 17,1% en 2022 y que el pasado año alcanzó al 20,7%.

Se trata de 1,7 millones de personas más respecto a 2022 y 3 millones comparado con 2021 a pesar, también, del aumento de los ingresos medios. Los investigadores apuntan a que este incremento puede estar vinculado, entre otros factores, a la tendencia creciente en muchas familias a restringir la calefacción por miedo a la factura.

Asimismo, el 17% de los hogares españoles (más de 3,3 millones de hogares, unos 8 millones de personas) gastaron más del doble de la mediana nacional en energía en 2023, lo que los situó en pobreza energética. Se trata del valor más alto de la serie histórica que maneja el informe.

Morosidad energética

Respecto a la capacidad de pago de las facturas, casi uno de cada diez españoles reconoce haber tenido retrasos en el pago de sus facturas energéticas en 2023 pese a las ayudas introducidas como la reducción del IVA, el bono social eléctrico y térmico o la denominada "excepción ibérica".

En cualquier caso, gracias a estas medidas la "tasa de morosidad energética" se vuelve a situar en el entorno del 9,5% (muy similar al de 2021) frente al 9,2% de 2022, lo que sugiere que no ha habido un "empeoramiento demasiado reseñable de la morosidad", según los investigadores.

El coordinador de la cátedra de Energía y Pobreza, José Carlos Romero, ha explicado que una tasa en el entorno del 9%-10% "es una buena noticia".

En cuanto al indicador que mide la pobreza energética oculta, que incluye a los hogares que consumen menos energía de la necesaria, afectó al 28,57% de los hogares, lo que supone una leve mejora respecto a 2022.

En el caso de la pobreza energética severa, que gasta menos de la cuarta parte de lo que necesitaría para cubrir sus necesidades energéticas, en 2023 se situó en 9,35%.

Por comunidades autónomas, Extremadura es donde más pobreza energética severa ha habido, con un indicador que se eleva al 26,5% de los hogares, seguida de Castilla-La Mancha y Castilla y León, con un 18% y 16%, respectivamente.