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Finanzas

La valoración de los activos de la Sareb se retrasa

La Razón La Razón

La Sareb no tendrá lista para finales de junio la valoración de su cartera de activos, tal y como se había propuesto. Según han confirmado fuentes del propio «banco malo» a LA RAZÓN, la complejidad de su composición y el abultado volumen de la misma no permitirán a los expertos tener concluido el proceso antes de que acabe el primer semestre del año, tal y como se había fijado en su estrategia la entidad que preside Belén Romana. En este momento, el consorcio que contrató la Sareb el pasado mes de febrero para revisar los activos ha analizado aproximadamente la mitad, según confirmaron las mismas fuentes, que confían en que los trabajos estén concluidos para finales de julio.

El volumen de los activos traspasados –más de 50.000 millones de euros en bienes inmobiliarios, préstamos y créditos– no es el único problema que se han encontrado los responsables de hacer la «due diligence», una detallada auditoría que refleja no sólo el estado actual de los activos sino su futuro recorrido.

Liquidación en 15 años

Como explican desde la Sareb, para poder dar salida con garantías a esta cartera es necesario realizar un examen exhaustivo para conocer su verdadero valor, lo que está alargando los plazos. De lo complejos que están siendo los trabajos da idea el hecho de que a las 13 firmas que inicialmente fueron seleccionadas para realizar la «due diligence» se han sumado después algunas más. El consorcio, coordinado por Clifford Chance, cuenta con seis despachos de abogados –Clifford Chance, Gómez-Acebo Pombo, Pérez Llorca, Ramón y Cajal, Deloitte Legal y Broseta Abogados– y cinco compañías inmobiliarias –Gesvalt, Savills, Knight Frank, Cushman&Wake-field y CB Richard Ellis–. Algunas de estas firmas han contratado personal de forma exclusiva para realizar los trabajos solicitados por la Sareb.

El «banco malo», creado por Economía para limpiar los balances de las entidades financieras de los «activos tóxicos» vinculados al sector inmobiliario, tiene un plazo de 15 años para liquidar sus activos, aunque, de momento, su ritmo de ventas es modesto. Desde que firmó en febrero los contratos con las entidades cedentes para gestionar sus activos, el «banco malo» ha vendido 550 viviendas. Además, cuenta con otras 800 operaciones ya en marcha y pendientes de escriturar y ha recibido ofertas por otros 2.200 de sus inmuebles. Los ingresos por la gestión de sus activos financieros –préstamos y créditos concedidos– e inmobiliarios superaron en ese periodo los 500 millones de euros.