Jaime Botín, era una persona muy especial. Inventó la banca moderna en España. Mecenas único, hombre enciclopédico, renacentista contemporáneo. Serio y formal, tenía ese saber estar que pocos usan. Ni una mala palabra, ni un mal gesto.

Maltratado por el Estado, aunque sin perder nunca la confianza en él, perseguido y condenado injustamente, cuando le confiscan un pequeño cuadro de Picasso sin razón, en vez de la venganza decide seguir amando a su país. En vez de llevarse una parte esencial del resto de su colección fuera de España –que incluye obras únicas–, deposita esas maravillosas pinturas en el Centro Botín de Santander, en su amada Cantabria.

Nunca tuvo rencor a nada ni a nadie, siempre defendió a los que trabajaban con él, jamás tuvo una huelga porque hablaba, escuchaba e intentaba conciliar el mundo empresarial con el laboral, defendiendo el derecho de aquellos –sus empleados– que permitían hacer realidad lo que es el mayor éxito de banca rentable en Europa, Bankinter.

Don Jaime Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos era una persona excepcional, una persona solidaria, un hombre comprometido con la realidad y un verdadero patriota.

Donde estés Jaime, España tiene una gran deuda contigo.

Gracias por haberte conocido.

Javier Gómez Bermúdez, magistrado español, expresidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional