Lucha contra el déficit
El Gobierno se marca como objetivo eliminar el déficit en tres años
Reconoce el déficit estructural de la Seguridad Social pero dice que la brecha se está cerrando
Reconoce el déficit estructural de la Seguridad Social pero dice que la brecha se está cerrando
El déficit público, el caballo de batalla con el que ha tenido que lidiar más duramente España durante los últimos años, tiene fecha de caducidad. El objetivo del Gobierno es que en tres años las cuentas públicas recuperen el equiñibrio entre ingresos y gastos y se «elimine el déficit». Así lo explicó ayer el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. Según la última actualización del plan presupuestario, el déficit cerrará 2017 en el 3,1% del PIB, en línea con el objetivo pactado con la Unión Europea. Para 2018 la previsión es que descienda hasta el 2,2%, de tal forma que España saldría del procedimiento por déficit excesivo abierto por Bruselas. En 2019, el Ejecutivo calcula un déficit del 1,3%, por lo que el equilibrio, o incluso el superávit, se alcanzaría en 2020.
De hecho, Nadal negó que España tenga un déficit estructural del 2,5% del PIB, como asegura la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), porque esos cálculos se basan en una tasa de desempleo del 16%. «Me niego a creer que el 16% es la tasa de paro a la que nos tenemos que acostumbrar los españoles», aseguró. En este sentido, explicó que la reducción del déficit se hará «aumentando los ingresos pero sin recortar el gasto social».
Sobre la desviación de la recaudación tributaria del año pasado, en torno a 7.000 millones de euros, Nadal afirmó que «jamás ningún Gobierno ha acertado en la estimación de ingresos en la elaboración de un Presupuesto General del Estado, ni por arriba, ni por abajo». Sobre el caso concreto de 2016, el secretario de Estado informó de que los 7.000 millones de menos recaudados se han compensado con una menor ejecución presupuestaria de unos 7.500 millones. En cualquier caso, atribuyó parte del desvío a una inflación menor de la prevista.
Nadal se refirió al agujero de la Seguridad Social como un asunto que hay que atajar mediante «la toma de decisiones legislativas», pues existe un «déficit estructural» pese a la fuerte creación de empleo. «Hay que dejar claro qué debe pagar la Seguridad y qué debe pagar el Estado», dijo. No obstante, apuntó que 2017 será el primer año desde antes de la crisis que las cotizaciones sociales aumentarán por encima del gasto en pensiones, lo que permitirá «empezar a cerrar la brecha» del sistema. «Cuanta más gente haya trabajando y con empleos de mayor calidad, más fácil será sostener el pago de las pensiones», aseguró.
Nadal vinculó o el incremento en 9.000 millones de euros de las transferencias del Estado a las comunidades autónomas en 2016 a que la estimación de ingresos del año pasado fue excesivamente alta. Esto podría provocar que las regiones pueden tener que devolver parte de esos fondos, si en la liquidación se confirma que una hubo una sobrefinanciación. En 2008 y 2009 ya tuvieron que devolver 26.000 millones de euros.
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