El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que el Gobierno "no tiene ninguna previsión de inyectar capital público"en el Banco Popular como solución a la crisis que atraviesa la entidad.

El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, remarcó ayer que Banco Popular tiene la necesaria solvencia como para que el Gobierno descarte «inyectar recursos públicos» en la entidad que preside Emilio Saracho, que supera los niveles regulatorios mínimos, según indica «continuamente» el Banco de España al propio ministro. Esto no implica que Bankia desista de tratar de hacerse con Popular. De hecho, según indicaron fuentes del sector a este diario, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri está «muy interesada» en la cartera de negocio vinculada a las pymes en poder de Popular, especialmente ante el fuerte y sostenido repunte del consumo y de las exportaciones.

Bankia, entidad participada en un 65% por el Estado, podrá comenzar a realizar compras a partir del próximo julio, cuando concluyen las restricciones impuestas por el Banco Central Europeo (BCE). De realizarse la operación, sería una entidad nacionalizada la que adquiriría Popular.

En un almuerzo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), De Guindos aseguró que aunque Popular arrastra una exposición inmobiliaria superior a la media (35.050 millones en activos problemáticos), tiene una parte «muy buena» de negocio tradicional, especialmente su vinculación con las pymes. «No suelo hablar de entidades concretas nunca porque no me corresponde», advirtió el ministro, para a continuación subrayar que la entidad cuenta con un nuevo equipo de gestión y accionistas privados. De Guindos sí quiso referirse a las sucesivas evaluaciones positivas a las que se ha sometido Popular, que apuntan a que el capital de esta entidad está «por encima de los niveles regulatorios mínimos». En este sentido, recordó que el BCE realizó pruebas bajo escenarios «terroríficos» sobre de calidad de los activos y los test de estrés, de los que la banca española, Popular incluido, salió «muy bien» parada.

El consejo de administración de Popular se reunió ayer para estudiar el posible interés de otros bancos en su adquisición. Bankia cerró ayer con un valor de mercado de 11.852 millones de euros mientras que Popular cayó hasta los 2.745 millones.