El turismo de compras es un filón al que España cada año le saca más rendimiento. Durante 2017, los ingresos por compras de viajeros de fuera de la Unión Europea que llegaron motivados por el «shopping» aumentaron un 26%, lo que sitúa a España tan sólo por detrás de Japón, que tuvo un aumento de sus ventas libre de impuestos a turistas del 48%. Sin embargo, esa espectacular cifra de crecimiento quedó empañada por la inestabilidad política en Cataluña, hasta el punto de que el gasto de los viajeros de compras cayó en esta comunidad un 6% entre noviembre de 2017 y enero de 2018, lo que arrastró al total de España hasta alcanzar un descenso del 4%, tal y como confirmó ayer el informe «Perspectiva Global del Turismo de Compras 2017», elaborado por Global Blue.

La importancia de esta caída es crucial, ya que los viajeros de «shopping» gastan durante su estancia hasta diez veces más de media que un turista europeo que busca sol y playa. «Las circunstancias coyunturales como la inestabilidad política de Cataluña han reducido las ganas de estos visitantes de viajar a España, algo que puede llegar a convertirse en un problema crónico si no se ponen en marcha con carácter urgente las medidas estructurales adecuadas, máxime cuando esta situación comienza a pasar factura a los resultados de 2018», aseguró Luis Llorca, director general de Global Blue España, quien hizo hincapié en que «en octubre, en plena inestabilidad política, el turismo de compras creció un 14% en Cataluña porque la mayoría de los viajeros de largo radio no cancelaron sus viajes. Sin embargo, como para estos turistas la planificación del viaje, incluida la obtención del visado, puede llevar entre uno y tres meses y el conflicto saltó en otoño, sus primeros efectos no comenzaron a notarse hasta noviembre. Ahora lo preocupante no es sólo haber entrado en cifras negativas, sino que esto se convierta en algo estructural que dure varios meses y pase factura este año».

El peso de Barcelona en el turismo de compras es fundamental, ya que el Paseo de Gracia de la Ciudad Condal y el Barrio de Salamanca de Madrid concentran el 42% del total de los ingresos nacionales por turismo de «shopping», «de ahí que la erosión de la imagen de Barcelona como destino premium suponga un problema para toda España», alertó Llorca.

A pesar de que enero fue malo para el viajero de compras, España volvió a lograr una cifra histórica en la llegada de visitantes internacionales, ya que nuestro país recibió 4,1 millones de turistas internacionales, lo que significa un 5,2% más que en el mismo mes del año 2017, según la última encuesta de Movimientos Turísticos, Frontur, publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, después de tres meses de retroceso consecutivos, el año arrancó en positivo para Cataluña, gracias a la llegada de un total de 862.872 turistas extranjeros, lo que supone un aumento del 2% con respecto al mismo mes de 2017. «El viajero busca estabilidad y esta recuperación es una gran noticia que nos invita al optimismo», aseguró ayer Matilde Asían, secretaria de Estado de Turismo.