La brecha de género se reduce, pero aún quedan 37 años para cerrarla

La paridad de género en España mejoró por tercer año consecutivo, quedando 0,8 puntos por encima del ejercicio anterior, y se situó en el 65,7%, o lo que lo mismo, aún queda un 34,3% para cerrar la brecha de género. A tenor de estos datos, la igualdad plena se podría conseguir en los próximo 37 años, situando en 2061 el horizonte para acabar con las diferencias entre mujeres y hombres. Estas son algunas de las conclusiones que se desprende del V Índice ClosinGap, elaborado por PwC España.

En clave económica, el coste de oportunidad de la brecha de género en España asciende 255.755 millones de euros, lo que equivale a un 17,1% del PIB de 2023. En términos de empleo, con su cierre, se podrían crear 2,9 millones de puestos de trabajo femeninos a tiempo completo. Estas cifras evidencian la importancia de abordar el impulso del talento sin distinción de género, no solo desde una perspectiva social, sino también económica. El análisis de este indicador muestra que, con el paso de los años, la reducción de la brecha de género ha tenido un impacto positivo en la economía española. Sin embargo, tal y como recoge el informe, es necesario redoblar esfuerzos para alcanzar una igualdad plena, lo que beneficiaría tanto a las personas como al crecimiento económico.

El Índice ClosinGap sitúa la Conciliación como la categoría que experimentó un mayor crecimiento en el último año (1,3% en comparación interanual). Concretamente, el indicador alcanzó el 43,4%, acercándose de nuevo a los niveles previos a la pandemia, cuando se convirtió en la variable más afectada. En este sentido, el informe incide en que el número de mujeres inactivas por realizar tareas del hogar se redujo en 2024, mostrando una progresión favorable en los últimos años. Aunque la tasa de parcialidad por razones de conciliación se acerca a la paridad, el estudio defiende que se han de seguir promoviendo políticas y prácticas que favorezcan la conciliación entre la vida laboral y la personal, garantizando que tanto mujeres como hombres puedan disfrutar de un equilibrio saludable entre sus responsabilidades laborales, familiares y personales.

Asimismo, el análisis revela una mejora del 1,2 % en Digitalización y del 0,7 % en Empleo. El repunte en el ámbito de la digitalización fue el segundo más significativo del año, evidenciando una evolución muy positiva desde 2018, cuando la cifra se situaba en el 70%. Este crecimiento fue impulsado por una mayor presencia de mujeres en empleos del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). No obstante, este ámbito sigue siendo el que presenta la mayor disparidad de género dentro del segmento digital. La mejora en el ámbito laboral se explica por una mayor presencia de mujeres en puestos de liderazgo en el sector privado y a una reducción en la brecha salarial, a pesar de un menor avance en la tasa de actividad y empleo, así como en las horas trabajadas y en la representación femenina en cargos de liderazgo en el sector público.

En el campo de la Salud y el Bienestar, el indicador se situó en el 83,7%, lo que significa que aún queda un 16,3% de brecha de género en este ámbito. Aunque esta es la categoría donde se ha alcanzado mayor paridad, el índice muestra que la tendencia no es favorable para las mujeres en los últimos años. El indicador se contrajo un 0,2% en 2024, principalmente como consecuencia de un aumento del riesgo de pobreza o exclusión social y de la caída de los años de buena salud respecto a la esperanza de vida.

Por su parte, la brecha de género en Educación se mantiene igual que en 2023, con un porcentaje del 69,9%. Esta situación se produce, principalmente, por el incremento relativo de la presencia de mujeres en carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) en comparación con los hombres, siendo en esta quinta edición el primer año que se registra este aumento. Paralelamente, la tasa de educación terciaria y la tasa de abandono escolar ha alcanzado la paridad, realidad que también se ha logrado en el caso de la formación continua de adultos, manteniendo la tendencia imperante en los últimos años.

"Ahora más que nunca, debemos actuar con determinación. No hay margen para la complacencia. Tenemos datos sólidos, incontestables, que demuestran que cuando hay voluntad política y compromiso empresarial, el avance es real. Necesitamos transformar, romper inercias, desafiar estructuras que han perpetuado la desigualdad durante décadas", aseguró Marieta Jiménez, presidenta de GlosinGap.