Déficit público
Al Gobierno no le salen las cuentas y eleva el objetivo de déficit hasta el 2,7%
La modificación no impedirá a España escapar este año de la vigilancia de Bruselas por sus cuentas públicas.
La modificación no impedirá a España escapar este año de la vigilancia de Bruselas por sus cuentas públicas.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez necesita un balón de oxígeno. Por eso, tras entrevistarse con el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, la ministra de Economía, Nadia Calviño, pidió ayer elevar el objetivo de déficit al 2,7% en 2018 y al 1,8% en 2019, lo que supone cinco décimas de diferencia en los dos objetivos con respecto a las metas pactadas por el Ejecutivo anterior con nuestros socios comunitarios.
Según explicó ayer Calviño en Bruselas, la senda anterior que establecía como objetivo el 2,2% este año y un 1,3% el siguiente «no es realista». Los cálculos del Ejecutivo comunitario tampoco creen posible llegar a la meta del 2,2%. La Comisión Europea, en sus últimas previsiones sobre déficit público español, vaticinaba un desfase de cinco décimas este año tras la reforma de las pensiones pactada con el PNV que supone ligar su cuantía con el IPC. Estas cinco décimas de margen que ha obtenido Calviño se traducen en unos 5.000 millones de euros que el Gobierno no tendrá que ajustar este año, lo que le da más margen.
A pesar de esta corrección en las cuentas públicas, Bruselas sigue creyendo que España situará su déficit público por debajo del 3%, fuera del brazo sancionador dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y no le pedirá medidas adicionales siempre y cuando cumpla esta máxima. Nuestro país es actualmente el único que continúa bajo esta espada de Damocles después de que Francia consiguiera el año pasado situar su déficit público por debajo del 3%.
Previsiones
Calviño realizó este anuncio el mismo día en el que el Ejecutivo comunitario hizo públicas sus previsiones económicas de verano. En el caso español, la subida del precio del petróleo comienza a penalizar la buena marcha de la economía. Por primera vez en los dos últimos años, la Comisión Europea ha revisado a la baja los pronósticos sobre el PIB español. Según los cálculos de Bruselas, nuestro país terminará el año en el 2,8%, una décima por debajo de lo vaticinado en el mes de mayo. Según el texto publicado ayer, «España creció un 3,1% en 2017 y continúa mostrando pocos signos de desaceleración». En el primer trimestre de 2017, España creció un 0,7% y Bruselas espera que esta tendencia se mantenga durante el segundo trimestre del año. El alza del consumo y la construcción de viviendas son las principales variables que siguen tirando del carro de la recuperación económica. Pero nuestro país mantiene una mayor dependencia energética que otros países de nuestro entorno. «El mayor ritmo de crecimiento de los precios del petróleo desde la primavera tendrá un impacto negativo en la demanda en 2018 y, en menor medida, en 2019».
En línea con sus pronósticos
Calviño, que ayer acudió a Bruselas a la reunión del Eurogrupo, consideró que los vaticinios de Bruselas están «en línea» con los pronósticos elaborados por el Ejecutivo español. Según Calviño, si bien la economía española está creciendo de manera vigorosa, existen «riesgos de cara al futuro, sobre todo derivados de la coyuntura internacional», por lo que considera «prudente» el escenario planteado por el Ejecutivo comunitario. Calviño aprovechó ayer la ocasión para comenzar a discutir con Moscovici la preparación de los Presupuestos del año 2019. Bruselas había pedido a nuestro país de cara a las cuentas del año que viene un ajuste estructural –no sujeto a los cambios de ciclo– de unos 6.500 millones de euros que el Ejecutivo español deberá abordar con recortes del gasto público o con incremento de impuestos.
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