Vivienda
¿Qué ocurre si dejo el piso de alquiler antes de que finalice el contrato?
La duración mínima de un contrato de alquiler es de cinco años, prorrogables de forma tácita otros tres años adicionales
Tener una mala relación con el casero, no poder hacer frente a una cuota del alquiler cada vez más elevada o incluso haber encontrado una vivienda con mejores condiciones a un precio menor pueden ser algunos de los muchos motivos que harán que el inquilino quiera dejar el piso en el que reside antes de lo previsto. A pesar de que es posible irse de una casa de alquiler sin que el contrato haya llegado a su fin y extinguirlo, esta operación puede tener consecuencias legales y en algunos casos, incluso conlleva el pago de una indemnización a nuestro casero.
La duración mínima de un contrato de alquiler es de cinco años, prorrogables de forma tácita otros tres años adicionales. En el caso de las personas jurídicas, la duración mínima será de siete años. Sin embargo, si no se ha estipulado un plazo de duración o este es indeterminado, se entenderá que estos duraran por un año, tal y como establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
No obstante, pese a ello, el arrendatario podrá desistir del contrato de arrendamiento “una vez que hayan transcurrido al menos seis meses, siempre que se lo comunique al arrendador con una antelación mínima de treinta días” según recoge el artículo 11 de la LAU. Asimismo, este precepto legal establece que “las partes podrán pactar en el contrato que, para el caso de desistimiento, deba el arrendatario indemnizar al arrendador con una cantidad equivalente a una mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que reste por cumplir. Los períodos de tiempo inferiores al año darán lugar a la parte proporcional de la indemnización”.
Por tanto, el inquilino podrá dejar la casa alquilada, siempre y cuando lleve en esta un mínimo de seis meses y se lo comunique al casero con una antelación mínima de 30 días antes de su salida.
En el caso de que las circunstancias nos obliguen a dejar una casa de alquiler antes de que termine el contrato e incluso antes de que transcurran los seis meses, esto es posible, aunque se estaría incumpliendo el contrato, por el que el propietario podría solicitar una indemnización. Lo más común es que si la falta de acuerdo acaba en una demanda, la sentencia obligue al inquilino a abonar las rentas que restan hasta los seis meses desde la firma del contrato y, si se incluye una penalización por desistimiento anticipado, también tendrá que pagar una mensualidad por cada año restante que establece la LAU.
¿Qué ocurre si el casero no realiza las reparaciones pertinentes?
Otro de los motivos por los que un inquilino puede querer cancelar un contrato antes del plazo previsto es cuando el propietario no realiza las obras o reparaciones que se necesitan en la vivienda.
En este sentido, el artículo 21 de la LAU establece que el arrendador está obligado a “realizar (...) todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido, salvo cuando el deterioro de cuya reparación se trate sea imputable al arrendatario”.
Por tanto, esta ley permite al inquilino poner fin al contrato de alquiler independientemente del tiempo que haya pasado desde su firma, sin contraprestación económica.