Análisis
¿Por qué China ha prohibido las operaciones con Bitcoins?
Parece un movimiento para evitar que los chinos escapen a la socialización de pérdidas si cae Evergrande
China anunció este viernes que prohibía todas las transacciones en monedas virtuales (paradigmáticamente Bitcoin, pero no sólo). No es la primera vez que se publica una amenaza similar, pero sí la más contundente.
De acuerdo con el régimen comunista, esta prohibición se debe a que el minado de criptodivisas conlleva una enorme huella de carbono (y, al parecer, los jerarcas de la economía más contaminante del planeta habrían tenido un súbito arrebato ecologista) y a que estas monedas estarían empleándose para cometer actividades delictivas (como si los réditos de esas mismas actividades no se estuvieran blanqueando ya, y en mucha mayor medida, con otros activos reales y financieros, verbigracia el dinero en efectivo y los activos inmobiliarios). En realidad, las razones aducidas por la oligarquía política china suenan a lo que son: excusas para ocultar las auténticas razones que los han llevado a tomar esta decisión.
En términos generales, conviene recordar que el comunismo es incompatible con la libertad y, en este caso, con la monetaria. De ahí que el régimen chino no pueda más que tener una visión negativa de unas divisas que empoderan a sus usuarios y les permiten escapar de los circuitos de intercambio predeterminados por el Estado. No en vano, a los Estados les interesa controlar la moneda de sus ciudadanos porque, controlando la moneda, deviene capaz de parasitarlos con mayor facilidad. Por ejemplo, si los ciudadanos son forzados a emplear la divisa que emite el Estado y ulteriormente ese Estado deteriora el valor de esa divisa generando inflación, entonces el gobierno consigue parasitar a esos usuarios forzosos de la moneda (el valor que les es sustraído mediante la inflación termina siendo apropiado en gran medida por el gobierno que la ha generado). En cambio, si emplean una moneda sobre la que el gobierno no puede ejercer control alguno (como podría ser el oro en el pasado o Bitcoin), ese parasitismo en su contra no se puede ejercer.
Por consiguiente, los incentivos a que un Estado trate de eliminar su competencia monetaria siempre están presentes y, de hecho, han contribuido a configurar nuestros sistemas monetarios. Pero la cuestión es por qué justo en este momento China decide reforzar sus amenazas contra las monedas digitales. Obviamente, no estamos en la cabeza de los jerarcas comunistas, pero la complicada situación económica y financiera que está viviendo el país podría ser la causa profunda.Si la crisis de liquidez de Evergrande se convierte en el germen de una crisis real y financiera de mayor envergadura, entonces muchos ciudadanos tratarán de proteger sus patrimonios refugiándose en activos líquidos (en «dinero»).
Un candidato lógico a ser el activo refugio de los chinos sería el yuan. Pero si el Gobierno chino tiene pensado aprovechar esa demanda extraordinaria de yuanes para, por una vía o por otra (por ejemplo, vía inflación), atracar a sus ciudadanos, estos buscarán activos alternativos en los que refugiarse. Verbigracia, divisas extranjeras como el dólar o el euro. A este respecto, el Estado chino lo tiene fácil para impedir que sus residentes compren moneda extranjera, basta con establecer un control cambiario. Mas, por el contrario, no lo tiene tan sencillo para impedir que operen en monedas virtuales. De ahí acaso su renovado interés por perseguirlas.
Si las autoridades chinas temen una crisis, lo lógico es que traten de eliminar aquellas alternativas que permiten a los ciudadanos escapar de sus garras socializadoras de pérdidas. ¿Casualidad que se haya renovado la prohibición justo ahora?
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