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Los 100 años de película del visionario que fundó el FedEx español
La vida de Justo Yúfera, padre de Seur y fallecido el pasado fin de semana, da para un guión de Hollywood
La muerte a los 100 años de edad de Justo Yúfera Cerdán, fundador de Seur y creador del transporte urgente en España, deja material para un guión de cine al más puro estilo de las biopic americanas en las que se glosan los éxitos de los hombres hechos a sí mismos. La vida de este emprendedor, familiar pero también todo un galán, comenzó en Moncada i Reixac (Barcelona) en 1920, en el seno de una familia humilde de emigrantes murcianos. Nada hacía presagiar entonces que Justo acabaría forjando una fortuna multimillonaria y una empresa internacional con más de 8.000 empleados pese a su espíritu inquieto.
Emigró a Francia a los 8 años. Allí vivió hasta los 20 años. A los 13 dejó la escuela y comenzó a trabajar en una pastelería, para más tarde recorrer Camerún y Guinea Ecuatorial en su juventud. A lo largo de esos años como emprendedor, Yúfera pasó por una gran variedad de trabajos, desde los salones de peluquería hasta las explotaciones forestales, los ferrocarriles o la tienda de bicicletas que montaría en Barcelona.
Creó el concepto Servicio de Envíos Urgentes (Seur) tras regresar a España y conocer durante el servicio militar en Guinea Ecuatorial a una persona clave en su vida, Jorge Fernández Mata, un joven sargento catalán con el que fundaría Seur en 1942, poniendo así el germen de uno de los sectores empresariales fundamentales para la economía española y adelantándose 30 años a la fundación, por ejemplo de gigantes como DHL o FedEx. Fue Yúfera el primer repartidor de Seur, cuando realizó la primera entrega urgente haciendo el trayecto de Madrid a Barcelona. La idea era tan simple como ingeniosa para aquellos años: transportar puerta a puerta paquetes o documentos, con un planteamiento de servicio a medida. Una idea que se puso en marcha en los difíciles años de la posguerra y fue creciendo gradualmente a través de personas de confianza que fueron extendiendo el modelo a sus respectivas zonas, provistos de su capacidad emprendedora, mucha imaginación y esfuerzo. Pero antes del éxito, Justo se casó con María Recuenco, con la que tuvo dos hijos: Luis, ya fallecido, y Leonor. En 1950, decidió emigrar con toda la familia a Guinea Ecuatorial, donde pasaron 10 años tras los que decidieron instalarse en Madrid y dar el empujón definitivo a Seur.
Justo Yúfera consiguió posicionar la compañía como líder en su actividad, logrando su mayor expansión geográfica en los años 70. En 1971, Justo incluyó a su yerno en la empresa. Con él surgió la idea de abrir a mediodía, atrayendo a los pequeños comerciantes que cerraban para almorzar. Sin embargo, fue en la década de los 80 cuando dio el salto definitivo afianzando la red en todo el territorio español y portugués.
En 2004 DPDgroup, la mayor red internacional de transporte urgente en Europa, entró en el accionariado de Seur. Pese a que desde 2008, año en el que falleció su esposa, fue perdiendo el control de la empresa a cambio de engordar su fortuna, Justo acudía prácticamente a diario a su despacho para estar cerca de la que ha sido su familia durante casi 80 años.
En 2015, ya con 95 años y pese a que aseguraba tener una novia de 47, publicó un anuncio en la prensa buscando pareja. “Empresario jubilado de alto nivel quiere encontrar mujer con buena presencia y sin cargas familiares, para disfrutar de la vida, dispuesta a viajar, conocer sitios, salir a cenar, al teatro, etc.Ofrezco ayuda económica...”. Fiel a su socarronería, aseguró que “solo le llamaron viejas”. “Hay que luchar por los sueños porque todo se puede conseguir”.