Viajes
El viajero que fue en busca de la Copa del Mundo de Messi con Maradona como salvoconducto
Joaquín Roffé contó sus viajes por Europa del Este en "El pasado que vuelve" antes de lanzarse a vivir la aventura del Mundial de Qatar, donde vio coronarse por fin a Argentina
Joaquín Roffé lleva en el ADN el espíritu viajero. Lo aprendió de sus padres, Marcelo y Débora que, predicando con el ejemplo, le enseñaron lo importante de viajar como mecanismo de aprendizaje. Así que en cuanto tuvo edad se lanzó a conocer el mundo, preferiblemente solo para saborear de verdad las diferentes culturas y sentir de verdad la emoción de descubrir cada día algo que desconocía. "Mis padres me inculcaron que la mejor forma de gastar el dinero es viajando. Mi padre viaja muchísimo por trabajo, así que desde chico veo valijas armarse y desarmarse. Mi madre es una apasionada de los países y sus culturas. Creo que inevitable y afortunadamente los dos me influyeron", explica Joaquín Roffé, que se vio obligado a hacer un parón por culpa del covid.
La pandemia de coronavirus lo recluyó en casa, como a la mayoría del planeta, y ese parón le sirvió para poner por escrito sus peripecias previas por Europa del Este. El resultado fue "El pasado que vuelve", un diario de viaje con multitud de aventuras y un humor irónico y fino que también le viene de familia. "No hubo un punto de partida, la idea típica de 'voy a escribir un libro' no existió. En plena pandemia, angustiado, sin nada que hacer más que recordar viajes pasados, comencé a escribir historias de mi último viaje en forma de crónica y cuando me quise dar cuenta ya tenía varios capítulos. Era cuestión de escribir los países que faltaban y el libro estaba terminado", explica Joaquín. El libro se puede encontrar en formato ebook a través de la editorial Imaginante, y también se puede encargar en la cuenta de Instagram del escritor (@joaquinroffe).
¿Y qué es lo que se van a encontrar los lectores en esas páginas? El propio Roffé lo cuenta: "Historias, experiencias. Sin duda lo que más me gusta de viajar es traerme la mochila llena de anécdotas. Viajar es conocer ciudades pero sobre todo conocer gente -a veces muy diferente a uno y otras muy parecidas-, es probar comidas espectaculares, es romper prejuicios. Por lo general viajo solo así que también implica atravesar situaciones difíciles y tener que arreglárselas sin nadie, lo cual con el diario del lunes sirve como experiencia".
El libro está lleno de peripecias, la mayoría imperdibles, como aquella en la que las redes sociales le salvaron de ir a la cárcel. Estaba yendo en bus nocturno de Turquía a Bulgaria y en la frontera había control de pasaportes. Los policías pensaron que mi pasaporte era falso ya que son pocos los argentinos que realizan ese viaje. Para colmo mi cara no ayuda mucho, porque mi familia emigró de Siria a Argentina. Tras largo rato respondiendo preguntas y gracias a la ayuda de internet que me permitió buscar mis redes sociales pude salvarme. Pero sí, estuve bastante cerca de la cárcel", narra Joaquín con ese sentido del humor que aparece en cada rincón de sus textos.
"Un enfermo del fútbol"
Su otra pasión, o quizá la primera por delante incluso de los viajes, es el fútbol, que aparece como protagonista de sus últimas aventuras, las que lo llevaron a seguir a la selección argentina en el Mundial de Qatar, en busca de ese Santo Grial que era la Copa del Mundo que le faltaba a Messi en su palmarés. En ese año 2022 se marchó a Europa sin billete de vuelta y acabó en Países Bajos, haciendo distintos trabajos para ahorrar el dinero suficiente para volar a Qatar y estar cerca de la Albiceleste.
"Vi fútbol en catorce países, sin duda a la hora de viajar es lo que más me moviliza. Soy un enfermo del fútbol como juego pero también como fenómeno social. Existen pocas vías tan efectivas para conocer a la gente de un país como visitar sus estadios. Si estoy planificando un viaje lo primero que busco son los partidos durante mi estadía. Este año, por ejemplo, estaba en Sicilia y jugaban Bayer Leverkusen-Bayern Múnich. El ganador quedaba líder así que viajé directamente a Colonia para ver el partido".
Parece que tiene un imán para vivir in situ momentos históricos, y por supuesto, el 9 de marzo de 2022 estaba en el Santiago Bernabéu, un día en el que empezó aquella Champions de las remontadas que terminó en la Decimocuarta del Real Madrid. "Pienso que el momento histórico es mucho más probable cuando se trata de un partidazo. Yo moría por ver un partido en el Bernabéu, sobre todo porque soy hincha de River y fue escenario del día más feliz de mi vida cuando le ganamos la final de la Libertadores a Boca el 9 de diciembre de 2018.
Mi primer partido en el Bernabéu fue también mi primer partido de Champions. No pude evitar emocionarme cuando sonó el himno, es algo que uno sueña desde chico. Esa fría noche jugaba el Real Madrid contra el PSG de Messi, Neymar y Mbappe. Existían pocas chances de que el partido no fuera memorable. Lo que viví en esa jornada todavía me pone la piel de gallina. La actuación de Benzema, los pases de Modric, la explosión del Bernabéu...".
Todavía le quedaba lo mejor para el último mes de ese año 2022, el de la Copa del Mundo de Argentina en Qatar. "La final que le ganamos a Francia en Qatar es seguramente el partido más memorable que he vivido en mi vida y seguramente nunca más voy a sufrir así en una cancha", cuenta, aunque si tiene que quedarse con alguna experiencia relacionada con el fútbol en sus viajes, apunta a las calles, a la vida cotidiana, donde el fútbol se mezcla con el día a día para acercar a las personas.
Maradona y Messi abren puertas
"Ser argentino abre muchísimas puertas ya sea por Maradona o por Messi. Me hice decenas de amigos por el mundo, por ejemplo un serbio llamado Bosko salió de copas conmigo en Nápoles sólo porque ama a Maradona, y hace poco lo visité en Belgrado. En Croacia la Policía me estaba volviendo loco en un control fronterizo, buscando cualquier pequeñez en mi maleta para detenerme y al ver una figurita de Enzo Pérez nos pusimos a hablar de fútbol y me dejaron ir. En Estambul un tipo vio mi camiseta, me dijo que era apostador y me regaló dinero porque, según él, la selección argentina lo hizo rico. He visto militares armados en medio oriente soltando sus armas para mostrarme sus fondos de pantalla de Maradona. El fútbol puede regalarte historias donde menos lo esperas", termina Joaquín Roffé su relato, ese en el que salió de casa en busca de la Copa del Mundo de Messi y en el que la figura de Diego le sirvió más de una vez de salvoconducto.