Tenis
El polémico deseo de Kyrgios: "En 10 años me veo en las Bahamas y fumando un gran porro"
El australiano atraviesa un mal momento a nivel de imagen y también deportivo
Nick Kyrgios no es un jugador que pase desapercibido. Su personalidad controvertida, sus constantes declaraciones altisonantes y su actitud desafiante hacia el tenis lo convierten en un personaje tan admirado como odiado. Y no es para menos: el australiano parece tener una relación ambigua con el deporte que le dio fama, algo que no oculta en sus entrevistas. En una reciente charla con *L’Équipe*, Kyrgios fue directo y sincero cuando se le preguntó cómo se veía dentro de 10 años. "Creo que estaré en las Bahamas fumando un gran porro", afirmó sin rodeos, dejando claro que su futuro lejos de las canchas no le preocupa en lo más mínimo.
Pero la irreverencia de Kyrgios no se limita a sus palabras. En la cancha, su regreso al tenis después de más de dos años de ausencia, plagado de lesiones (rodilla, muñeca y pie), resultó en un fiasco. El australiano llegó al Open de Australia con expectativas altas, pero en la primera ronda fue derrotado por el británico Jacob Fearnley en un partido que se alargó durante 2 horas y 19 minutos. El marcador final fue de 7-6 (3), 6-3 y 7-6 (2), un resultado que no hizo justicia a la ilusión que su regreso había generado entre sus seguidores.
Este tropiezo en Melbourne Park se suma a su derrota anterior en Brisbane, donde perdió ante el francés Giovanni Mpetschi Perricard. Sin embargo, a pesar de los malos resultados, Kyrgios no perdió su toque irreverente: durante el torneo en Brisbane, aprovechó para entretener al público haciendo dobles con su compatriota Novak Djokovic, ofreciendo un espectáculo paralelo a la competencia.
Kyrgios, conocido tanto por sus habilidades en la cancha como por su actitud rebelde fuera de ella, parece estar más enfocado en rentabilizar su fama y su dinero que en seguir los convencionalismos del tenis profesional. En lugar de buscar el perfeccionamiento de su juego o la consecución de títulos, el australiano parece haber aceptado su lugar como una figura polémica, alguien que juega al tenis cuando le apetece y que se divierte más en sus aventuras extracurriculares que en los desafíos deportivos.
El futuro de Kyrgios en el tenis parece incierto. Mientras que algunos ven en él a un jugador con un potencial increíble que, si lograra concentrarse, podría haber sido uno de los grandes, otros consideran que su paso por el deporte ya está marcado por su falta de compromiso. Lo único claro es que Nick Kyrgios seguirá siendo un personaje impredecible, alguien que hará lo que le plazca sin que nadie le diga cómo o cuándo.
Así, mientras el tenis profesional continúa su marcha sin él, Kyrgios sigue haciendo lo que mejor sabe: generar titulares, polémicas y, sobre todo, no dar la menor importancia a las expectativas ajenas.
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