Grand Slam
A falta de un francés, el público, con Ferrer
La final española contó con la presencia de muchos y destacados compatriotas, el primero, el Príncipe Felipe
parís- Roland Garros tuvo sabor español con la final disputada entre Rafa Nadal y David Ferrer. Sin lugar a dudas, el momento de mayor emoción fue cuando sonó el himno español en París. El ejemplo que ofrecieron ambos deportistas es digno de elogio por el respeto y admiración mutuo, que también se vivió en el palco de familiares y amigos. Las horas previas estuvieron marcadas por el protocolo habitual de otras finales. El mallorquín se entrenó en la central, rodeado de todo su equipo. Por su parte, el alicantino lo hizo en la pista 3, apartado de los grandes focos.
Pau Gasol no quiso perderse la final, a pesar de la lesión sufrida recientemente. En las gradas de la pista Philippe Chatrier se dieron cita S. A. R. el Príncipe Felipe, así como el presidente del Gobierno balear, José Ramón Bauzá, el presidente de la Comunidad Valencia, Alberto Fabra, y los extenistas Manolo Santana, Albert Costa, Carlos Moyà y Alex Corretja.
José Luis Escañuela, presidente de la Real Federación Española de Tenis, estuvo acompañado por el de la Balear; ambos disfrutaron de una jornada grandiosa para el deporte español. La «Armada» provocó que muchos aficionados españoles buscasen la forma de poder acceder a la grada de la Philippe Chatrier intentando comprar entradas. No obstante, la final entre Rafa y David cotizó a la baja en la reventa. El precio pasó de los 1.000 euros de la final del año pasado a los 500 euros para ver a nuestros tenistas.
La decepción de los seguidores franceses es profunda después de comprobar que Tsonga se quedó sin final el pasado viernes. Se notó el apoyo del público a David Ferrer, sobre todo en los puntos de ruptura, en un intento claro de alargar el partido, pero acabó reconociendo una vez más que Rafa Nadal es el más grande sobre la pista de tierra batida.
El mallorquín recibió la visita de las autoridades y amigos en el vestuario después del partido. No faltó la felicitación de Manolo Santana ni la de Pau Gasol en un día muy emotivo para Nadal, al conquistar su octava Copa de los Mosqueteros. El jugador de los Lakers llegó lesionado y por espacio de hora y media disfrutó de la conversación con la persona más solicitada en Roland Garros.
La otra cara de la moneda fue David Ferrer, que abandonó las instalaciones a las siete y media de la tarde después de pasar el control antidopaje, lejos de los focos de atención que acompañaban a su amigo y rival en la final, Rafael Nadal.
El campeón de Roland Garros en 2013 volvió a dar ejemplo fuera de la pista, con la invitación realizada a los medios españoles congregados en la capital francesa, para agradecer el apoyo recibido. La celebración finalizó con una cena íntima junto a todos los suyos.
La nota negativa de la jornada la protagonizaron un grupo de aficionados con pancartas, que protestaban contra la adopción de niños por matrimonios del mismo sexo. Hasta el punto de que un espontáneo saltó a la pista enmascarado y con una bengala en la mano. La actuación de la seguridad del torneo fue oportuna ante la atenta mirada de Nadal, que estaba a escasos metros. Toni Nadal, por su parte, vivió uno de los partidos más tranquilos de las finales disputadas en Roland Garros. No obstante, el sufrimiento de la semifinal y las emociones del pasado viernes por el esfuerzo realizado por su sobrino seguramente quedaron grabadas en su memoria.
Rafa Nadal ha decidido no acudir a Halle para dar descanso a su rodilla, después de convertirse en el mejor jugador en lo que va de año, mientras que David Ferrer recuperará hoy mismo el número cuatro del ranking.
El príncipe se lo pasó en grande en París
La Casa Real siempre ha mostrado su apoyo a nuestros deportistas. Ayer, fue el Príncipe de Asturias, Don Felipe, el que presenció el duelo español. Vibró, disfrutó y tuvo palabras de elogio tanto para Rafa como para David. «Ya ha hecho historia. Tiene carrera por delante, le deseamos todo lo mejor. Si gana hoy va a dejar una huella aquí en París y para todo el tenis mundial y para España muy clara», declaró sobre Rafa a su llegada a Roland Garros.
Di Caprio, un aficionado más en RG
Las gradas de la Philippe Chatrier rebosaron «glamour» en «la final española». En la fotografía se ve a Leonardo di Caprio, habitual en todo el torneo; a su derecha Lukas Haas, aquel niño amish de «Único testigo». También acudió a la cita Jean Paul Belmondo, icono del cine francés. No muy lejos de él, Dominique Strauss-Kahn, el que fuera director gerente del Fondo Monetario Internacional, un tipo en permanente estado de sospecha. La novedad es que también le gusta el tenis.
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