Tenis

Tiafoe juega el partido de su vida para cargarse a Nadal

El estadounidense pudo con Rafa por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-3 en tres horas y 34 minutos

Nadal se despidió del US Open en octavos
Nadal se despidió del US Open en octavosEduardo Munoz AlvarezAgencia AP

Y en el partido número 23 en Grand Slam del presente curso Nadal sufrió la primera derrota en un Grande. Frances Tiafoe jugó el partido de su vida para dejar a Rafa fuera del US Open en octavos de final por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-3 en tres horas y 34 minutos. Al zurdo le queda el consuelo de que todavía puede amanecer el próximo lunes como número uno del mundo. ¿Qué necesita? Que Alcaraz o Ruud no alcancen la final del domingo.

Frances Tiafoe lanzó una advertencia que sonó un poco a bravuconada después de cargarse a Schwartzman: “Ahora sí creo que puedo ganar a Nadal, voy a ir a por él. Las primeras veces que jugue contra él tenía sensaciones de respeto extremo y emoción. Ahora no”. Los números, no había cedido un set en todo el torneo, sustentaban su reflexión. Y lo hizo también su tenis. Cayó un tormentón en Nueva York a última hora de la mañana y en el Kvitova-Pegula tuvo que cubrirse la pista. Para el partido de Rafa, la Arthur Ashe ya estaba descubierta, pero la mezcla de temperatura (rozando los 30 grados) y humedad (por encima del 70 por ciento) ofreció un escenario muy exigente en lo físico. Y Tiafoe lo multiplicó en lo tenístico.

El estadounidense fue valiente y atrevido. Consiguió que no hubiera intercambios, mandó con su revés y, aunque no tuvo un porcentaje alto de primeros servicios siempre le funcionó en los momentos más comprometidos. Tiafoe logró un break en el séptimo juego y lo defendió en el siguiente cuando Rafa llegó a disponer de un 0-30. El tenis del número 24 del mundo era digno de un ranking bastante más elevado. La cuestión es hasta dónde iba a aguantar el norteamericano y si Nadal sería capaz de dar varios pasos al frente.

Hubo que esperar bastante porque Rafa estuvo más de ocho minutos en vestuarios. Todo era extraño. Volvió a la pista, en teoría después de cambiarse de ropa y vendarse las muñecas, y el juez de silla, Carlos Bernardes, no le dijo nada. Tiafoe seguía tan tranquilo y Nadal se acercó al palco del clan. Se confesó un poco lento. La humedad, la temperatura, los litros de sudor... físicamente Rafa no estaba cómodo. “Ya recuperarás”, le apuntaron. Era el enésimo ejercicio de supervivencia, un nuevo ochomil ante un rival que no flaqueaba. Había señales contradictorias. Resolvía con relativa comodidad su servicio, pero su lenguaje gestual no era el habitual. Negaba con la cabeza, no corría a algunos golpes, trasladaba una sensación de pesadez, pero en el momento crítico... en el décimo juego el zurdo encadenó una defensa imposible, una gran derecha y a Tiafoe le traicionó el servicio. El partido ya estaba equilibrado al menos en el marcador. Y lo estuvo hasta que Rafa volvió a ofrecer señales de incomodidad mediado el tercer parcial. Fue un instante de flaqueza. En el séptimo juego al estadounidense le bastó con una oportunidad de break para fugarse que remató con un juego asombroso con el servicio. Dos derechas paralelas salvajes y un saque directo situaron a Nadal ante el abismo.

Para aumentar el dramatismo en el arranque del cuarto set se cerró el techo de la Arthur Ashe ante la amenaza de lluvia. Rafa ni se inmutó. Logró salvar en el primer juego una bola de break y en el cuarto consiguió una ruptura después de que Tiafoe regalara una volea sencilla. Con 3-1 en contra, el estadounidense protestó por lo del techo y recibió un warning, pero recuperó el break y fue capaz de igualar el set. No se quedó ahí. La ambición, su atrevimiento y un Nadal disminuido provocaron una nueva ruptura que fue definitiva.

Rublev, rival en cuartos

Rublev será el rival en cuartos de Tiafoe. Aprovechó el mal día de Cameron Norrie (33 errores no forzados) para imponerse por un triple 6-4 en dos horas y 26 minutos. El ruso, después de deshacerse de Shapovalov en tercera ronda en cinco sets, fue muy superior con la derecha. Rublev, número once del mundo, ya alcanzó los cuartos de final en 2017, cuando cayó ante Rafa, y en 2020, cuando su verdugo fue Medvedev.