Tenis
Carlos Alcaraz responde a la exigencia de Baez con un partidazo que le lleva a segunda ronda del US Open
El español derrota al argentino, que no pudo acabar el partido por la paliza que se dieron (7-5, 7-5, 2-0 y retirada). El segundo set fue de lo mejor que se ha visto esta temporada
Golpea el sol en Nueva York, más de 30 grados, y la humedad que asfixia y pega la ropa al cuerpo; y sufre la pelota en la pista Arthur Ashe, maltratada por dos tenistas que juegan sin freno. Una primera ronda del US Open que fue una masacre de la que Carlos Alcaraz logró salir victorioso ante Sebas Baez (7-5, 7-5, 2-0 y retirada) con un segundo set de lo mejor del año, de puro espectáculo y alternativas. Que iba a ser un comienzo incómodo para el murciano era seguro, pero no fue sólo eso: fue de exigencia máxima ya nada más arrancar el torneo. El argentino, de 21 años, apenas dos y medio mayor que el español, está ante su gran temporada, ganador ya de un primer título, en Estoril; con una victoria ante un “top 10″ (Rublev en Bastad); y con una bola de partido ante Zverev en Roland Garros, para ceder en el quinto set. Está teniendo un crecimiento importante y paulatino, a su edad. El crecimiento de Carlitos está fuera de la norma, es descomunal, y por eso durante esta última parte de la temporada le han entrado algunas dudas, ha notado la presión... Y su respuesta en Nueva York ha sido: “A divertirse”. Y a sufrir...
Si en 2021 tuvo que hacer frente a la presión ambiental en París-Bercy, cuando los gritos de los aficionados le colapsaron ante Hugo Gaston y le hicieron perder siete juegos seguidos y el partido, en 2022 reconoció en Montreal que le pudo la presión de ser uno de los favoritos. Son experiencias que va metiendo en la mochila parar terminar de formar el gran tenista que ya es. Y un arranque contra otro jugador joven, con su mismo descaro, fue una prueba que superó con nota. Porque Baez parece que lleva patines en la pista, se desliza, se mueve de maravilla y aceptó el reto de jugar a todo tren que le propuso el español. La intensidad de los intercambios del primer set fue impactante. La pelota parecía romperse con las acometidas de los dos tenistas en un parcial igualado en el que cada uno intentaba imponer su derecha. El español, además, se iba para adelante a la red en cuanto podía y dejó un puñado de voleas de auténtico maestro.
Como contrapunto a esa velocidad de pelota, los errores. Por momentos se le acumulaban a Carlitos. Tenía oportunidades, pero mandaba tres bolas seguidas a la red y se esfumaban. Su situación más crítica llegó con 4-4 y 0-30 en contra, pero no le tembló el pulso para salir de ahí y llevarse el parcial después. “No pierdas pista”, le decía el entrenador a Baez. Pero, ¿cómo no hacerlo con las bombas que le venían?
Dejadas, globos, defensas...
Era importante para Alcaraz llevarse ese primer set tan parejo, e importante hubiera sido que mantuviera el break que logró al comienzo del segundo. Pero es que el partido entró en ese momento en otra dimensión. Parecía difícil, pero el nivel subió para vivir más de una hora de auténtica locura: del 2-0 a favor del español al 2-2 del argentino con un tenis salvaje, con voleas, dejadas, defensas imposibles completamente de espaldas a la red, remates en el aire para responder a remates... La Arthur Ashe se lo pasaba en grande porque no hubo tregua. Se inventó Alcaraz una Gran Willy con potencia, no un globo, se vio contra las cuerdas con el segundo break del argentino, pero se agarró a la pista para recuperarlo. Y todo ello con un juego al límite que incluso obligó al español a cambiarse las zapatillas. Baez lo devolvía todo y seguía tirando fuerte, Carlos combinaba la suavidad en las dejadas con la aceleración de la derecha; también tuvo que correr mucho y llegó a bolas imposibles... Se puso 0-40 con 6-5 y a la tercera, con un paralelo de fuego, se llevó ese set para enmarcar.
Ya no hubo más partido. A Baez le dolía el alma por perder después de haberlo dado todo. También el cuerpo: físicamente tocado, ya no pudo competir con el español y se retiró con 2-0.
Tan extraordinario es lo de Alcaraz este año, que si gana el US Open se convertirá en número uno del mundo. Empezó el torneo con cinco aspirantes, pero ya sólo quedan cuatro, porque Tsitsipas sucumbió a la primera. El colombiano Galán lo derrotó de forma sorprendente, ya que en menos de una hora le ganó dos sets y después la reacción del griego no fue suficiente: 6-0, 6-1, 3-6 y 7-5. Quedan Carlitos, Medvedev, Nadal (que debuta esta madrugada), los tres que dependen de sí mismos; y Ruud.