Tenis
Pablo Andújar: de ganar a Federer la semana pasada a eliminar a Thiem en Roland Garros
El español dio la gran sorpresa en la primera ronda del Grand Slam sobre tierra al remontar al finalista de 2018 y 2019: 4-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 6-4
Ni con golpes como el increíble que dio por la espalda en una bola de break logró Thiem acabar con la moral de Pablo Andújar. Ese tiro del austriaco le hizo conseguir un break, con lo que igualó a uno el quinto set, pero el español siguió a lo suyo y protagonizó la gran sorpresa en esta primera jornada de Roland Garros: derrotó por 4-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 6-4, al finalista de las ediciones de 2018 y 2019. Fue una gran remontada que duró casi cuatro horas y media.
Dominic Thiem llegaba a París con dudas. A los problemas físicos se unió una falta de confianza y motivación que le hizo saltarse algunos torneos este curso. Se vio en la pista que no es el tenista que ganó el pasado septiembre el US Open, su primer Grand Slam, momento que fue como un punto de inflexión para él, para desinflarse tras haber logrado un objetivo más grande. Eso deja como un vacío que hay que volver a llenar y Dominic no encontraba la motivación. Todo ello no impidió que ganara los dos primeros sets, lo que ante cualquier tenista quizá le hubiera valido. Ser quien es y tener la ventaja que tenía podía hacer que se llevara el partido casi por inercia. Pero Pablo Andújar sabe lo que es sufrir. Su carrera estuvo a punto de terminar de forma abrupta por las lesiones. Hasta cinco vez tuvo que ser intervenido en un codo, con parones eternos. No se rindió, no quería irse así, y se ha ganado estar todavía unos años más con una raqueta en la mano. “Jugar en la Philippe Chatrier contra un jugador como Thiem es un regalo para mí”, dijo después el tenista nacido en Cuenca, en un buen francés.
Pese a la montaña que tenía delante, Pablo Andújar siguió haciendo duro el partido a su rival, con buenos intercambios, sin perder la paciencia para que la cabeza de Thiem tuviera que dar muchas vueltas. Si aprovechaba los errores de su rival, si metía la cabeza en el partido, era una incógnita cómo iba a reaccionar su oponente. Lo hizo con quejas, como si no entendiera nada. Y Andújar crecía, para llevarse el tercer set, y el cuarto todavía con más facilidad, y empezar el quinto con una nueva ruptura, abortada por Thiem con ese golpe por la espalda. Quedaba un mundo, era sólo un 1-1 en ese parcial definitivo en el que el español no tembló para conseguir uno de los triunfos más emotivos de su vida. Apenas sabía qué hacer: lanzó la raqueta al suelo, se puso de rodillas, se llevó las manos a la cabeza, se tumbó después él... Lleva un tiempo con muchas emociones, pues la semana pasada en Ginebra venció a Roger Federer en lo que era su primer enfrentamiento con el suizo, contra el hombre que tiene en su palmarés 20 Grand Slams.
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