La estadounidense Simone Biles igualó al bielorruso Vitali Scherbo al frente de la clasificación de medallistas en la historia de los Mundiales de gimnasia, tras lograr su vigésimo tercer metal -17 oros, 3 platas y 3 bronces- al ganar la final de salto en la ciudad alemana de Stuttgart.

Biles, que ya hizo historia el jueves al conquistar su quinto título mundial en el concurso completo, confirmó su condición de leyenda de este deporte con 22 años. La estadounidense, que fue quinta en la final de paralelas asimétricas, tendrá la posibilidad de superar el registro de Scherbo -12 oros, 7 platas y 4 bronces- en las finales de barra y suelo que disputará en la jornada de clausura de los campeonatos.

Biles volvió a deslumbrar con una extraordinaria actuación en la final de salto, especialmente en su segundo intento, en el que logró una nota de ejecución de 9,666, la más alta de cualquier gimnasta tanto en categoría masculina como femenina en estos Mundiales, sobre un máximo posible de 10,000. Una actuación que llevó a Biles hasta unos inalcanzables 15,399 puntos que le sirvieron para lograr su tercer oro en Stuttgart, tras los triunfos logrados en la competición individual y en la de equipos. Completaron el podio la también estadounidense Jade Carey, que, pese a acceder a la final con la mejor nota de todas las participantes, tuvo que conformarse con la plata con una nota de 14,883 tras fallar en la recepción de su segundo salto, y británica Elissa Downie, bronce con una puntuación de 14,816.

Biles no pudo repetir triunfo en la final de paralelas asimétricas, posiblemente el aparato más flojo de la estadounidense, y tuvo que conformarse con la quinta plaza. Accedió a la final con la séptima mejor nota y no pudo superar los 14,733 puntos que logró en la ronda clasificatoria.