Polémica
Una rival de Khelif denuncia que "es un hombre" y la respuesta del equipo argelino no puede ser más surrealista
Se colgó el oro en París y ha presentado una denuncia por acoso que ya está siendo investigada pero las sombras sobre la boxeadora argelina son cada día más alargadas
Ha sido sin duda el mayor escándalo de los Juegos Olímpicos. París permitió competir como “mujeres” a las boxeadoras Imane Khelif de Argelia y Lin Yu-Ting de Taiwán que fueron descalificadas previamente de un campeonato mundial femenino por tener “cromosomas XY”. Y a partir de ahí es escándalo no ha parado. Algunas boxeadoras se plantearon plantarse ante los que consideraban "juego sucio" contra el deporte femenino y la "X" se convirtió en el símbolo de sus rivales tras caer derrotadas en segundos por la dureza de sus golpes.
Una denuncia por ciberacoso
Finalmente Imane Khelif se colgó el oro olímpico pero la polémica no ha cesado. Horas después de que se apagara la llama olímpica en París, su abogado Nabil Boudi presentaba una denuncia en París por actos de "ciberacoso agravado" tras ser víctima de un agrio debate sobre su género.
"Después de ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, la boxeadora Imane Khelif decidió liderar una nueva lucha: la de la justicia, la dignidad y el honor", escribió su abogado en su página oficial de la red social X. Boudi indicó que la boxeadora víctima de una intensa polémica sobre su sexo y contra su participación en los Juegos "presentó una denuncia por actos de ciberacoso agravado" ante la fiscalía de París. Una denuncia por la que ya se ha abierto una investigación. Las pesquisas se han encargado a la Oficina Central de Lucha contra los Crímenes contra la Humanidad y Delitos de Odio (OCLCH) de la Gendarmería francesa.
Nuevo testimonio
Pero los problemas para la argelina no acaban ahí ya que un nuevo testimonio de una rival ha vuelto a sembrar dudas sobre si es justa su participación en la categoría femenina.
La boxeadora búlgaro-nigeriana Joana Nwamerue ha vuelto a plantear serias dudas sobre la sexualidad de su rival Imane Khelif, afirmando que la atleta argelina posee “fuerza masculina” y utiliza “técnicas masculinas” en sus combates.
De hecho, Nwamerue reveló que llegó a presentar una queja y que se quedó impactada ante la explicación surrealista de los miembros del equipo nacional argelino que justificaron la aparente anormalidad de Khelif alegando que su biología "se había visto alterada alterada por la vida en la montaña".
Joana Nwamerue se enfrentó a Imane Khelif en un combate en Sofía (Bulgaria).Según Nwamerue, Khelif mostró una fuerza y una técnica que ella asocia más con un hombre que con una mujer, lo que le hizo cuestionarse la identidad sexual del boxeador argelino.
Nwamerue explicó que durante el combate Khelif también mostró actitudes burlonas, cuestionando aún más su pertenencia a la categoría femenina. Aunque no resultó herida durante el combate si recibió duros golpes por lo que expresó su preocupación por la seguridad de otras boxeadoras que pudieran enfrentarse a Khelif.
“Alteraciones biológicas debidas a la vida en la montaña”
Durante la sesión de entrenamiento, algunos miembros de la selección argelina intentaron defender a Khelif, explicando que la boxeadora no es un hombre, sino que sus características biológicas estarían influidas por vivir en la montaña con su familia. Esta teoría fue recibida con escepticismo por Nwamerue y su entrenador, que calificaron de absurda la justificación, señalando que vivir en la montaña no explica tales alteraciones físicas.
La surrealistas explicación tampoco ha pasado desapercibida en redes sociales donde no tardaría en volverse viral.
Las acusaciones de Nwamerue han reavivado el debate sobre la presencia de atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD) en las competiciones deportivas femeninas. En concreto, Nwamerue argumentó que tanto Khelif como otra boxeadora, Lin Yu-Ting, son biológicamente masculinas y no deberían competir contra mujeres.
Esta polémica que también se se vio amplificada por las declaraciones de Rafa Lozano, ex boxeador olímpico y comisario técnico de la selección española de boxeo, quien denunció graves lesiones causadas por Khelif a boxeadores durante los entrenamientos.
Numerosos expertos en medicina y ciencias del deporte, junto con la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), han confirmado que ni Khelif ni Lin Yu-Ting son genéticamente mujeres. Aunque no se les considera transgénero, se sospecha que ambos presentan una diferencia de desarrollo sexual que les incapacita para competir en categoría femenina. De hecho en su informe tras descalificarlas Umar Kremlev, presidente de la IBA afirmó que "tras serie de pruebas de ADN , descubrimos a atletas que estaban tratando de engañar a sus colegas y hacerse pasar por mujeres”.
La boxeadora ya está en casa donde fue recibida como una heroína por sus compatriotas pero el debate parece no tener fin.
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