Elecciones RFEF
Rafael Louzán, nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol
Recibe 90 votos de los 138 asambleístas presentes. Su rival, Salvador Gomar, se queda en 43. Presidirá la RFEF hasta 2028
Rafael Louzán es el nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) después de conseguir el apoyo mayoritario de la asamblea federativa. Consiguió el apoyo de 90 asambleístas de los 138 que ejercieron su derecho al voto. Sólo tres de los 141 miembros de la asamblea faltaron a la cita. «Louzán Abal, Rafael» era el nombre más repetido por Alfonso Díaz, el Ceo del Mallorca que ejercía de secretario de la mesa electoral por ser el más joven de los miembros. Salvador Gomar recibió 43 votos, hubo uno nulo y cuatro en blanco.
Con la elección de Louzán, antiguo presidente de la Federación Gallega y antes presidente de la Diputación de Pontevedra, debería ponerse fin a más de quince meses de vacío de poder en la Federación después de la inhabilitación de Luis Rubiales y de la fallida elección de Pedro Rocha.
Louzán cumplió con los pronósticos después de haber sido el candidato que más avales recibió para presentarse a las elecciones. Tantos tuvo que se permitió ceder algunos a Sergio Merchán por si el Gobierno no le permitía presentarse al pesar sobre él una condena de prevaricación. 51 fueron los apoyos que presentó y 23 los que prestó a Merchán, que antes de que comenzara la asamblea retiró su candidatura. Ya no era necesaria una vez que Louzán había podido presentarse.
La presidenta de la comisión electoral, Ana Ballesteros, anunció la renuncia de Merchán antes de que se constituyera la mesa electoral para la que Ballesteros pedía «si fuera posible» un listado de asambleístas imprescindible para poder hacer su trabajo.
Ana Ballesteros explicaba el procedimiento de la votación a los asambleístas convencida de que no era necesario, obligada por el protocolo. «Sólo se puede votar por un candidato», advertía. «Es de primero de elecciones».
Rafael Louzán se enfrenta ahora al reto de dirigir la organización del Mundial 2030, aunque quede fuera de la legislatura. El gallego presidirá la Federación hasta 2028, dos años antes de que se celebre la Copa del Mundo.
«El fútbol une a generaciones. El mundo, Europa y, sobre todo España, no se entienden sin el fútbol. Los que tenemos la responsabilidad de trabajar para él debemos y vamos a estar a la altura. No os vamos a defraudar. Ha llegado el momento de recuperar el prestigio de esta casa, una institución que inspire confianza», dijo Louzán ya en su primer discurso como presidente ante la asamblea.
Aunque sobre él pesa una condena de siete años de inhabilitación para cargo público por prevaricación. Una sentencia que no es firme aún y que está pendiente de la resolución del Tribunal Supremo el próximo 5 de febrero.
«Necesitamos una institución que inspire confianza, que vuelva a ser reconocida por lo que representa, el latido del fútbol español. Para lograrlo necesitamos unidad y cohesión. Como en el terreno de juego sólo los equipos que trabajan juntos logran los mejores resultados», añade Louzán.
«Los que me conocen saben perfectamente que no me gusta llegar a los sitios simplemente para estar o para ponerme de perfil. Desde hoy mismo nos pondremos a trabajar para recuperar el tiempo perdido. El desafío es inmenso, pero también es una oportunidad histórica. Os invito a visualizar desde ya una Federación diferente que garantiza la transparencia y buenas prácticas, que asegura la libertad y el anonimato de cada votación con un sistema de voto electrónico», afirma el presidente federativo.
Louzán quiso tener un recuerdo para Pedro Rocha. «Inició este camino de estabilidad y de paz en el fútbol español. Porque un gran dirigente puede ser una buena persona», dijo antes de recibir el mayor aplauso de la asamblea. Si Rocha no hubiera sido inhabilitado, Louzán nunca se hubiera presentado a las elecciones. Ahora es el presidente de la RFEF.
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