Fútbol
Quique Sánchez Flores, un bombero para un Sevilla en llamas
El quinto entrenador del Sevilla en 15 meses fue presentado 24 horas antes de su estreno este martes en Granada
Ya llegó el sustituto del recambio del reemplazo en el banquillo del Sevilla de Julen Lopetegui, fulminado el 5 de octubre de 2022, hace poco más de 15 meses. Ni su paisano José Luis Mendilibar, pese a ganar un título europeo, ni mucho menos los rioplateneses Jorge Sampaoli y Diego Alonso, a pesar de la retórica y la prosodia –el cuento chino, o sea–, calmaron las aguas en un club tormentoso, desapacible, huracanado... ¿Seguro que es culpa del entrenador?
Después de disputar las cuatro últimas ediciones de la Champions, el Sevilla marca la frontera del descenso con los mismos puntos que el decimoctavo, está fuera de Europa, no gana desde hace diez jornadas, tiene más de una docena de bajas y juega hoy (21:30 horas) en el campo del Granada, penúltimo clasificado. El valiente que ha osado a hacerse cargo del problema se llama Quique Sánchez Flores, de los Flores de Jerez y Lola de España, nieto de un notorio futbolista del Betis (Isidro: 1957-61) e hincha sevillista en sus años de residente en la capital andaluza.
«El Sevilla es un club al que tarde o temprano entrenaré», declaró en una entrevista radiofónica en 2011, cuando figuró entre los candidatos para dirigir a un plantel que finalmente fue encomendado a Marcelino García Toral. En enero de 2022, en los prolegómenos de su penúltimo partido dirigido en el Sánchez-Pizjuán siendo entrenador del Getafe, Quique señaló a su ayudante, David García Cubillo, la esquina de la grada de Gol Sur que linda con la de Fondo: «Cuando era socio del club, me sentaba allí».
El joven abonado de entonces, debían ser los últimos años setenta, ha firmado por año y medio, hasta junio de 2025, y llega acompañado del mencionado García Cubillo y de José Luis Oltra, todo un entrenador principal con casi quinientos partidos dirigidos en las dos primeras categorías del fútbol español y veinte en competiciones europeas. El proceso de selección que ha culminado con la contratación de Quique Flores no ha estado exento de tensión, ya que Víctor Orta fue reticente a su fichaje en octubre, cuando realizó la extravagante apuesta por Diego Alonso. Desacreditado por el fracaso del uruguayo, el director deportivo ha tenido que plegarse al deseo de Pepe Castro y José María del Nido Carrasco de recurrir a una opción más segura. Los experimentos, ya se sabe.
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