Italia
No hay miedo al alemán
«Argentina fue Mascherano y diez más. Jugó como si fuese un 'pitbull'», afirmó Diego Armando Maradona en el programa «De Zurda», del canal venezolano Telesur, donde comenta habitualmente lo que ocurre en el Mundial brasileño.
En relación a la final del próximo domingo ante los alemanes, «El Ppelusa» comentó que les vendrá bien que los germanos se crezcan. «Están, como decimos nosotros, agrandados. Esto es mejor para Argentina». Diego está convencido de que la selección albiceleste tiene sus opciones, pese al potencial del rival, que se exhibió con la goleada ante los brasileños (1-7). «Alemania no es imposible», manifiesta Maradona, aunque el último precedente para los albicelestes pasa por el triunfo germano de 1990, en la final de Italia, con el tanto de Brehme de penalti, decretado por el mexicano Codesal en una jugada bastante dudosa.
Considera Diego que Messi «sintió un poco el cansancio», pero confía en que en la final Lionel lo dé todo en busca de la victoria para una selección que tiene a Mascherano como referente. El jugador del Barcelona, en su posición preferida de mediocentro defensivo, brilla en cada partido y se ha convertido en el referente del equipo, superando con su personalidad y su juego al propio Messi, que frente a Holanda echó de menos la ayuda del lesionado Di María.
Y es que la entrega, el sacrificio, el esfuerzo y el liderazgo son características que transforman a Javier Mascherano en el corazón de esta Argentina finalista. Además, su ascendencia en el vestuario. El «Jefecito» representa una generación de jugadores que luego de tantas frustraciones está a un paso de escribir su nombre en las páginas más gloriosas del fútbol albiceleste.
A pesar de ser el único deportista argentino con dos oros olímpicos, Mascherano necesitaba esta campaña mundialista, que ha enterrado 24 años sin alcanzar una semifinal. Con estos 600 minutos jugados, el segundo capitán argentino fue el emblema de esta plantilla que buscará la tercera corona el domingo en el mítico estadio Maracaná.
«Mascherano es un baluarte, un símbolo, él se sacó un gran peso de encima al pasar a semifinales. Es el único jugador que tiene doble medalla olímpica y todos los técnicos que lo conocen se lo quieren llevar a su equipo», enfatizó el seleccionador Alejandro Sabella.
La ascendencia del actual jugador de Barcelona en este grupo se expresa en algunas postales que han dejado estos seis partidos del campeonato. El duro cruce verbal con la figura suiza, Xherdan Shaqiri, en los octavos de final disputados en el estadio Itaqueirao, fue una motivación para todos sus compañeros en el agónico triunfo en la prórroga con gol de Di María.
En la arenga previa a los cuartos de final ante Bélgica, en Brasilia, el « Jefecito», a sabiendas de lo importante que era dar ese paso, miró a la cara a sus compañeros y les dijo: «Estoy cansado de comer tanta mierda. Vamos a entrar en la historia». También desde su despliegue y entrega generó contagio en sus compañeros cuando se levantó luego de perder el conocimiento ante Holanda, o en el último esfuerzo ante Robben en el último minuto del tiempo reglamentario, evitando el gol del delantero del Bayern Munich. Por último, en la previa de la tanda de penaltis ante los holandeses, apartó al portero Sergio Romero y le expresó: «Hoy te convertís en héroe».
Dueño de la cinta de capitán antes de brindársela con orgullo y admiración a su compañero y amigo Lionel Messi, el gladiador Javier Mascherano sintetiza el sueño de un equipo que, ante Alemania, tendrá su batalla final. Con el recuerdo, como queda dicho, de lo que pasó hace veinticuatro años en Italia. Hay ganas de revancha, aunque las lágrimas y el enfado de Maradona tras la derrota perviven en la retina de miles de argentinos.
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