Lisboa
La tercera es la trece
Del Madrid de Di Stéfano se ha pasado al Madrid de Sergio Ramos,Cristiano Ronaldo y Zidane. El club blanco es fiel a su historia a lo grande y en la competición que le ha convertido en una entidad legendaria.
Del Madrid de Di Stéfano se ha pasado al Madrid de Sergio Ramos,Cristiano Ronaldo y Zidane. El club blanco es fiel a su historia a lo grande y en la competición que le ha convertido en una entidad legendaria.
Hay aficionados madridistas que están conociendo Europa gracias a este Real Madrid exitoso. Lisboa fue un viaje cercano e ilusionante; Milán era próximo; Cardiff se complicó más y Kiev ha sido una odisea de final feliz. El Madrid va recorriendo el continente como hizo en los años 50, sumando éxitos y, por tanto, sumando aficionados.
1956. El estreno de la competición y del Madrid fue ante el Stade Reims (4-3)
Porque la comparación del equipo que anoche conquistó la Champions se tiene que hacer ya con el conjunto que ganó las Copas de Europa con las que comenzó el gran invento de la mejor competición de fútbol por equipos. Santiago Bernabéu había fichado a Di Stéfano, el diario francés L’Equipe se inventó un torneo en el que se enfrentarían los mejores equipos del continente y, a partir de ahí, con esos mimbres, el Real Madrid se convirtió en el rey de Europa. Son esos años los que forjaron la personalidad de la institución y le dieron los valores que hoy mantiene como línea de continuidad: ganador, exigente y alérgico al fracaso y la derrota. No se permiten los momentos de flaqueza y cuando ocurren son tratados con críticas feroces y cada victoria se celebra con un propósito en la cabeza: repetirla al año siguiente.
1957 La Fiorentina (2-0) y el Bernabéu fueron el rival y el escenario de la Segunda
Es lo que hacía ese Madrid que puso los cimientos: ganar un año y después otro y después y después y después. Con Alfredo di Stéfano al mando en el campo y con Bernabéu en la dirección. Los entrenadores de esa época han pasado con más discreción a la historia. Miguel Muñoz, que fue jugador y tuvo una larga carrera como técnico, es quien más reconocimiento tuvo. Hay muchísimos parecidos entre ese equipo de los cincuenta y el que ahora suma cuatro Champions en cinco años, tres seguidas. Cuando hablan los veteranos de aquella época aseguran que era un grupo de jugadores sin egos, justo lo que defendió Sergio Ramos días antes de la final contra el Liverpool; un conjunto que contaba con una estrella como Di Stéfano, devorador, y que no permitía ni un segundo de relajación, que puede asemejarse tanto a Cristiano Ronaldo; y era un Madrid centrado en la Copa de Europa: en los años que ganó cinco, se llevó dos Ligas. Porque es la Copa de Europa la que constituye de manera principal la personalidad del Real Madrid.
1958 Un gol de Gento en el descuento ante el Milan (3-2) significó la Tercera
Hubo que esperar seis años, aún con Paco Gento en el banquillo, para volver a ganar la Copa de Europa. Fue el inolvidable equipo de los «Ye-Yé», con Amancio, con Pirri o Velázquez o Sanchis padre, nombres que han pasado al santuario blanco por ganar ese año.
1959 La segunda final ante el Stade Reims terminó también con victoria (2-0)
Después, llegó la época oscura, el invierno, una larga sequía de 32 años. Fueron años del Ajax y el Bayern, que ganaron tres cada uno para escribir su huella en la historia del fútbol. Al Madrid, la final de 1981 le hizo todavía más dura esa racha sin ganar. Ayer, este Madrid vengó esa dolorosa derrota contra el Liverpool. El Madrid era un equipo atrapado en la nostalgia por Europa. Ganaba Ligas, sí, pero el ADN o la historia o el alma o como se quiera llamar, lo que constituye un equipo y todo lo que genera, le pedía mandar en Europa. Las UEFA de la Quinta calmaron un poco la sed, pero una de las grandes penas de una generación que creció con los futbolistas de finales de los 80 como ídolos es no haber visto al Buitre o a Míchel levantar un trofeo. Eindhoven es una puñalada en la memoria madridista.
1966 El Madrid «Ye-Yé» superó al Partizán (2-0) en la final de Bruselas
Se vengó Sanchis en 1998, en otra fase en la que el Madrid se reencontró en Europa y se ató a ella como hace siempre. Ganó tres veces en seis años, con una maravillosa carrera de Raúl en París para acabar con el Valencia y en un ciclo que se coronó con el remate de Zidane de volea, en un gol que es imposible cansarse de ver.
Porque el Madrid de hoy, el Madrid que se ha vuelto a hacer con un lugar en los equipos que alcanzan algo más que un título, que crean una hegemonía, es el Madrid de Florentino Pérez y de Ronaldo y de Ramos. Y es el de Zidane.
1998 32 años después llegó la Séptima. Mijatovic marcó el gol que acabó con la Juve
Ha estado en las últimas cinco: como jugador, como segundo entrenador y como primer técnico de las tres últimas consecutivas. De su mano, el Madrid ha encontrado el rumbo que le lleva a ser invencible en Europa, ganar a los rivales más potentes sea la ronda que sea y reencontrarse, con el trofeo en la mano, por tercera vez, por décimotercera vez (que a ver cómo lo meten en su canción de «cómo no te voy a querer» los hinchas del Madrid), reencontrarse con lo que siempre ha sido.