Baloncesto

Río de Janeiro

Ellos son diferentes

Las selecciones yanquis de baloncesto se alojan en un trasatlántico de lujo que realiza cruceros por 16.000 euros la semana. La justificación es la seguridad y la comodidad de las estrellas NBA

La vigilancia es extrema en la zona de atraque del The Silver Cloud
La vigilancia es extrema en la zona de atraque del The Silver Cloudlarazon

Las selecciones yanquis de baloncesto se alojan en un trasatlántico de lujo que realiza cruceros por 16.000 euros la semana. La justificación es la seguridad y la comodidad de las estrellas NBA

Hubo un tiempo en que el equipo de baloncesto estadounidense estaba formado por jugadores universitarios que se mezclaban en la Villa Olímpica con el resto de deportistas mortales. Fue hasta los Juegos de Barcelona. Con el nacimiento del deslumbrante «Dream Team» se abrió una nueva era dentro y fuera de las canchas. Los herederos de aquel equipo de leyenda han seguido el ejemplo de los Michael Jordan, Magic Johnson y compañía y ya no se alojan en la Villa Olímpica. Río no es una excepción.

Las estrellas de la NBA han decidido que las fotos y los autógrafos que lleva varios días protagonizando Michael Phelps no van con ellos. Su lugar está en un trasatlántico que alberga algunos de los cruceros más lujosos del mundo. «The Silver Cloud» es la embarcación emblema de la compañía italiana Silversea. Se trata de uno de los pocos cruceros seis estrellas del mundo, tiene 196 camarotes y puede acoger 400 turistas. Los estadounidenses no le sacarán todo el provecho posible. Apenas medio centenar de privilegiados/as estará alojado allí durante los Juegos. Serán los 24 jugadores que componen las dos selecciones y 26 miembros del cuerpo técnico a los que las más de dos semanas les saldrán gratis. Nada que ver con los precios que se manejan por cruceros de una semana y que oscilan entre los 6.000 y los 16.000 euros.

La seguridad es una de las obsesiones de la organización y más de la delegación estadounidense. Hay una cristalera antibalas que protege los más de 150 metros de eslora del barco y unos 250 agentes se encargan de su vigilancia las 24 horas del día. La seguridad no sólo está en tierra. Alrededor del barco hay dos lanchas de la Policía encargadas de mantener alejada a cualquier embarcación que navegue por la zona. Y su zona de amarre no es uno de los embarcaderos habituales del Puerto de Maua. Está en un área apartada.

«The Silver Cloud» no es la primera vez que forma parte de los Juegos. En Londres navegó por el Támesis y también albergó a parte de la familia olímpica. «No nos quedamos en la Villa porque no creemos que sea la mejor manera de prepararnos. Los jugadores tienen una temporada muy larga y quieren pasar el mayor tiempo posible con su familia y amigos», se ha asegurado desde USA Basketball, la Federación estadounidense que reinventó a su equipo nacional en el 92 de acuerdo con la NBA. «El barco es el mejor medio para garantizar la seguridad de las selecciones de baloncesto de Estados Unidos. Además, les evitará las molestias de ser abordados por muchas personas que les piden autógrafos, incluso deportistas y periodistas», se asegura desde el Comité Organizador.

El «Dream Team» no sólo marcó diferencias fuera de la pista apartándose de la vida normal en la Villa Olímpica. Nació porque los estadounidenses veían en peligro su histórico dominio en las grandes competiciones, especialmente en los Juegos. Cuatro años antes, en Seúl, se estrellaron con yugoslavos y soviéticos. En 1990, los «plavi» se los merendaron en el Mundial de Argentina. Los universitarios dieron paso a las estrellas de la NBA y de ahí los oros en Barcelona y Atlanta. En Sidney llegaron los primeros problemas con Lituania en semifinales y en Atenas llegó el desastre. Con un equipo en el que estaban Tim Duncan o Allen Iverson sólo fueron bronce después de perder con Puerto Rico, Lituania y Argentina. Y eso que se alojaron en el mítico Queen Mary 2, que estaba atracado en el puerto de El Pireo. Esa derrota y la sufrida dos años después (2006) en la semifinal del Mundial de Japón ante Grecia obligaron a una renovación del compromiso entre las estrellas de la NBA y la federación. El acuerdo contemplaba una preparación más exigente y un compromiso de muchos de los mejores jugadores del mundo. Los oros en Pekín y Londres, en ambos casos imponiéndose a España en la final tras dos partidos memorables, han dado paso al equipo de Río. El equipo masculino está lejos de ser la mejor selección posible pese a que la próxima temporada el salario de los 12 jugadores supera los 200 millones de dólares. Su referencia es Kevin Durant, siguen siendo favoritos al oro, pero el cupo de ausentes da vértigo: Curry, LeBron, Harden, Leonard, Aldridge... En el caso de las chicas, las yanquis, fuera o dentro de la Villa, son inalcanzables.

El realismo de Scariolo

La Selección española disfrutó ayer de su primera escapada más allá de la Vida Olímpica. Antes siguió la preparación para el arranque del campeonato en las primeras horas del lunes (00:00, hora española) ante Croacia. En Río se han ratificado las sensaciones con las que el equipo dejó España: el grupo no está a tope, pero lo progresos son cada vez más evidentes. «Nos quedan tres días de trabajo, aunque, obviamente, a nivel de carga física tenemos que ir afinando ahora para llegar bien a la competición. Sabemos que no llegaremos al ciento por ciento, eso lo tenemos claro. Y asumido. Pero esperamos que podamos ganar el nivel suficiente para poder competir y ganar», aseguró Scariolo después de un simulacro de amistoso con Australia. El seleccionador tiene claro que «el sufrimiento que haga falta, no importa. Se trata de empezar bien». El equipo volverá a ir de menos a más y la intención del seleccionador es no forzar a Pau los primeros días para que llegue fresco a los cruces.