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Baloncesto

Entregados a Ricky Rubio

El base se ha convertido en el líder indiscutible de España ante una etapa plagada de incógnitas

Ricky Rubio, en pleno partido ante Estados Unidos
Ricky Rubio, en pleno partido ante Estados UnidosEric GayAgencia AP

Ricky Rubio ha sido el cuerpo y el alma de la selección en los Juegos. Igual que sucedió en el Mundial de hace dos años, aunque en el oro de China estuviera acompañado por un indispensable Marc Gasol. Lo dijo su buen amigo Sergi Llull antes de lo de Eslovenia: «Ricky y Marc son nuestros referentes». El problema de España es que el base se ha quedado solo. Sus números han estado a la altura del mejor Pau de cualquier torneo: 26 puntos, 3,5 rebotes y 4 asistencias de promedio. Pero más allá de su rendimiento en la pista, su ascendencia en el grupo le convierte en el referente indiscutible con el adiós de Pau y Marc.

Ricky entró con el pie derecho en la selección en los Juegos de Pekín 08. Cayó bien en el núcleo duro de veteranos y se convirtió con el paso de los años en la conexión perfecta entre la vieja guardia (los Gasol, Reyes, Calderón o Navarro) y los jugadores que se incorporaban al grupo (Llull, Claver, el Chacho, los Hernangómez...). Ahora él es el nexo de unión entra la Edad de Oro y los nuevos tiempos que llegan rodeados de incógnitas y sin los hermanos que convirtieron el juego interior de España en el mejor del planeta.

A poco más de dos meses para cumplir 31 años y en el día en que los Cleveland Cavaliers –sí, uno de los peores equipos de la NBA– anunciaban su contratación, su futuro en la selección está plagado de interrogantes. Durante muchos meses se planteó acudir o no a los Juegos. En una temporada muy complicada dudó hasta el final. Su pareja, Sara Colomé, le convenció de que debía acudir a Pekín. Y Ricky hizo una llamada a Scariolo poco antes de dar la lista preguntándole si estaba a tiempo de entrar en el grupo de elegidos. «¿Pero qué me estás contando?», fue la respuesta del seleccionador.

El técnico de Brescia, con contrato hasta 2024, debe afrontar un relevo más drástico que el que se ha gestado de forma paulatina en los últimos torneos al margen de las Ventanas FIBA: «Habrá que entender el nuevo rol, la nueva forma de competir y de jugar. Y eso es un reto para todos. Para los que seguirán, para los que entrarán y para nosotros que ya llevamos muchos años planificando el cambio generacional. Ahí tendremos que estar y dar la talla».

El próximo gran campeonato es el Eurobasket multisede en septiembre de 2022 para el que puede haber más de una renuncia de los Ricky, Rudy, Sergio Rodríguez o Llull. Luego llegará el Mundial de 2023 donde España defiende el título y los Juegos de París’24, momento para nuevas despedidas.