Golf
Jon Rahm busca regresar al número uno en el US Open, que empieza en medio de una extraña paz que no termina de estallar
El US Open se disputa entre el jueves 15 y el domingo 18 de junio y puede verse en televisión en Movistar (sobre las 20:00 y el primer día, desde las 17:15)
Hace poco más de una semana, sin que ninguno de los protagonistas haya explicado aún los términos del acuerdo, el tradicional PGA y el novedoso LIV, circuito alternativo con el que un fondo soberano saudí trató de dinamitar el mundo del golf, anunciaron un acuerdo de fusión y el cese de unas hostilidades que habían alcanzado magnitudes nucleares. En la semana del 123º Abierto de Estados Unidos (desde hoy hasta el domingo en el Country Club de Los Ángeles), la comidilla entre el periodismo desplazado era ese armisticio aún fantasmagórico.
Scottie Scheffler, número 1 del mundo y principal favorito en la cita angelina, despejaba balones fuera cuando le preguntaban en la sala de prensa: "Realmente no sé qué está pasando. Todavía no tengo ni idea. Es algo que está fuera de mi control. No sé realmente qué pasará en el futuro pero estoy interesado en verlo porque me afecta. Ojalá la cosa esté empezando a tomar la forma de acuerdo". Brooks Koepka, estandarte del LIV y reciente ganador del Campeonato de la PGA, donde mostró una superioridad apabullante sobre sus rivales, no era mucho más locuaz. "No he perdido mucho tiempo viendo las noticias que salieron la semana pasada. No creo que haya habido mucha tensión entre jugadores en general. Creo que es algo que se ha montado en los medios, más que entre los jugadores. No me fijé mucho en eso. Hubo sorpresa cuando se habló del acuerdo porque nosotros no sabíamos nada de eso. Creo que eso fue lo que más nos impactó".
Rahm, a recuperar su mejor juego
Total, que nadie sabe muy bien en qué quedará toda esta marejada y será mejor centrarse en las habilidades golfísticas de Scheffler y Koepka, los principales adversarios de Jon Rahm en la cita angelina. El jugador vizcaíno, reciente ganador del Master y que estrenó su palmarés de "majors" en el US Open de hace dos años (también en California, en Torrey Pines), busca el juego que desplegó en la primera parte de la temporada para repetir triunfo y volver a lo más alto de la clasificación mundial. Los dos nombrados son, por su parte, la punta de lanza de una armada estadounidense que desea cortar, en año de Ryder, la serie de dos victorias europeas en "su" torneo que inició Rahm y continuó el año pasado el inglés Matt Fitzpatrick.
Como es tradicional en este torneo, la organización ha preparado un campo plagado de trampas. El Abierto de EE UU regresa a Los Ángeles después de 75 años y muchos expertos auguran que quizás se vea a un campeón sobre el par, algo que no ocurre desde la victoria de Koepka en 2018. El Country Club obliga a ser muy técnico, encontrar las calles y evitar el altísimo "rough", en medio del cual, literalmente, desaparecen las bolas. El recorrido norte de este exclusivo recinto cuenta con vecinos ilustres cuyas mansiones lindan con los límites del campo. Por ejemplo, entre esas residencias de lujo aparece la famosa Mansión Playboy, reconvertido en un triste centro de convenciones tras el fallecimiento de Hugh Hefner.
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