Real Madrid
Jesús Vallejo, presentado como nuevo jugador del Real Madrid
«Humildad, trabajo y sacrificio», es lo que le enseñaron sus padres y lo que espera que le permita estar muchos años en el Real Madrid.
«Humildad, trabajo y sacrificio», es lo que le enseñaron sus padres y lo que espera que le permita estar muchos años en el Real Madrid.
El número «3» que ha dejado libre Pepe cargará sobre las espaldas de Jesús Vallejo. El central, fichado hace dos años por el Real Madrid, fue presentado ayer para quedarse por fin en la primera plantilla del club después de dos años de cesiones, en el Zaragoza y el Eintracht de Fráncfort. «Estos años de cesión me he sentido muy a gusto. Prefería estar aquí, pero han sido experiencias buenas para mí», explicaba el defensa.
Vallejo se puso la camiseta madridista en el tercer aniversario de la muerte de Alfredo Di Stéfano, que fue recordado por Florentino Pérez en su discurso de bienvenida. «Con él aprendimos que el Real Madrid puede superar cualquier desafío», dijo el presidente madridista, que finalizó citándolo de nuevo: «Sólo diría, como Alfredo Di Stéfano, ‘‘cuida la pelota y a ganar’’».
Y para eso llega Vallejo al Real Madrid, para seguir ganando. «Mi objetivo es rendir lo máximo posible, intentar jugar como el que más. El fútbol es un deporte colectivo, no hay que ponerse metas individuales», afirma. El nuevo central madridista se refirió en varias ocasiones a la responsabilidad y el orgullo que supone vestir la camiseta del Real Madrid. También habló de los valores, la humildad, el trabajo y el sacrificio, que le inculcaron sus padres. Unos valores que «coinciden con los del club», le dijo Butragueño, y que espera que le permitan jugar muchos años en el Real Madrid. «Para mí es el club más importante del mundo y somos responsables de hacer felices a la gente. Con los valores que mis padres me enseñaron desde pequeño y los que voy a aprender en el club estoy convencido de que voy a evolucionar mucho», aseguró.
El nuevo jugador del Real Madrid no estaba solo en la presentación. Aunque echó en falta a su novia, tenía a sus padres al lado en todo momento. Le costaba contener las lágrimas en los primeros instantes, le podía la emoción de ser presentado como jugador del Real Madrid. Una oportunidad que llevaba esperando dos años, desde que el club lo fichó del Zaragoza. Pero ha esperado su momento con paciencia y con la misma madurez que mostró en el año de su estreno con el equipo aragonés. Con 18 años terminó la temporada siendo el capitán del primer equipo en Segunda. «Fue decisión del míster y de los compañeros. Era consciente de que llevaba el brazalete, pero intentaba aprender de los más veteranos. Fue una experiencia increíble y crecí mucho como persona y como jugador».
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