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Champions League

Real Madrid

El Madrid toma Múnich otra vez

En una gran segunda parte, el conjunto de Zidane remonta el partido y sólo la actuación de Neuer evita que decida la eliminatoria

Cristiano Ronaldo celebra la anotación de un gol larazon

En una gran segunda parte, el conjunto de Zidane remonta el partido y sólo la actuación de Neuer evita que decida la eliminatoria

Al final del primer tiempo, Arturo Vidal tuvo al Real Madrid contra las cuerdas, con un penalti a favor, un penalti por una mano que no fue. Sin hacer mucho más que el conjunto español, a los de Ancelotti se les ponía todo de cara. El Madrid, muy preocupado por no perder la posición, muy ordenado atrás, con Bale como extremo y no como delantero y con Ronaldo muchas veces cerca de su área, había mantenido el orden, pero no tuvo fuerza suficiente como para llegar arriba. El plan era aguantar la presión del rival en su casa y más o menos salió: no sufrió el equipo español, concentrado en su trabajo y sin embargo, en un saque de esquina recibió un gol de Arturo Vidal.

Era un choque igualado, con más pelota para el Bayern, que sumaba muchos saques de esquina. El control iba de un equipo a otro, aunque según avanzaban los minutos, el Bayern se hacía con la situación. Xabi Alonso se imponía, con Vidal corriendo y Thiago dando pasos hacia delante. Robben amenazaba y Ribery intentaba entrar en contacto con la pelota. El Madrid no tenía prisa y tampoco dejaba que el gol en contra le hiciese perder la calma. Había que seguir con el plan trazado. Aguantar y esperar que llegasen las oportunidades. Se quedó cortó el Madrid en eso. Sin poder correr fue un equipo inofensivo, abusando otra vez de los balones al área: es el arma favorita del conjunto de Zidane, porque le permite atacar sin elaborar y evitando las contras.

El gol en contra no era bueno, pero tampoco era una desgracia. Era más preocupante que al equipo le costase tanto llegar a la portería de Neuer. Hasta que el colegiado se inventó una mano de Carvajal y Arturo Vidal puso el balón en el punto de penalti. Un segundo gol sí que abría la puerta al precipicio y oscurecía el futuro de los de Zidane. Marcelo intentaba despistar al jugador chileno, Keylor Navas bailaba en la línea de gol. Vidal, que estaba firmando un gran partido, tiró emulando a aquel penalti de Ramos en una tanda contra el Bayern. Se fue al cielo y él no lo supo en ese instante, pero allí se fueron muchas posibilidades de su equipo.

Porque el partido iba a un ritmo lento, los dos conjuntos como sin prisa, aunque no dejaban de suceder cosas. Y más que teníanque suceder. Sobre todo porque el Madrid dio un paso adelante, sin perder el orden. Por fin pudo correr, el Bayern acusó mucho más el esfuerzo de antes del descanso y no llegaba como antes. El carácter de Carvajal encontró una autopista por su lado y su centro al área, a media altura, lo remató Cristiano Ronaldo, al que este campo le gusta especialmente. Fue lo que cambió el partido. Ya nada sería como fue. Carvajal hizo de la banda derecha su reino y el Bayern se fue diluyendo ante un Madrid que se hizo gigante tirado por Ronaldo. Hizo el gol, forzó las dos amarillas de Javi Martínez y marcó el tanto de la victoria. Estaba haciendo buenos partidos el portugués sin marcar en las últimas fechas. Ayer le puso la guinda a su trabajo. Un choque sensacional, de los que le gustan.

Xabi Alonso ya no podía vigilar su espalda y Vidal estaba asfixiado. Javi Martínez no pudo parar dos veces a Cristiano y dejó a su equipo en inferioridad. Ahí apareció Neuer, que evitó una goleada que hubiese decidido la eliminatoria de manera definitiva. El guardameta sacó una mano milagrosa a Cristiano Ronaldo y fue deteniendo todos los remates del Madrid. Asensio había salido por un Bale tocado y la pelota, el campo y la felicidad eran del Madrid. El Bayern estaba en estado de shock, sin poder sobrepasar a Casemiro y esperando que llegase el final del partido con el mínimo daño posible, agarrado a su guardameta, un seguro de vida. En ese momento, un empate era hasta un mal resultado para el equipo de Zidane.

No se puso nervioso nunca el Madrid y Asensio se inventó un pase, que remató Ronaldo y que Neuer no pudo parar.