Víctor Valdés ha pasado de ser el portero titular del Barcelona, uno de las figuras más respetadas del mundo del fútbol a buscar una salida o un sitio donde volver a ejercer su profesión. No renovó con el Barcelona porque quería, dijo, buscar nuevas formas de jugar al fútbol, pero un encuentro de marzo de 2014 contra el Celta marcó su futuro para siempre. Se rompió el ligamento de la rodilla derecha y desde entonces todo ha ido en su contra. En octubre de ese año empezó a entrenarse con el Manchester y firmó un contrato con el conjunto inglés. Empezaba a ser feliz hasta que se enfrentó a Van Gaal, le separó del resto de la plantilla y le amargó la vida. Ayer publicó un tuit definitivo: Lo que no te mata te hace más fuerte, ponía y aseguraba que buscaba ser libre.

Quizá tenga que esperar al mercado de invierno para conseguirlo.