Fútbol
Villarreal-Real Madrid (2-1), el Madrid no se levanta a tiempo
El equipo de Ancelotti perdió en La Cerámica frente a un rival que fue más intenso durante casi todo el partido. La victoria llegó en un polémico penalti pitado a Alaba
Pese a los resultados, la vuelta a la competición del Real Madrid después del Mundial dejaba algunas dudas. Sucedió contra el Valladolid y también contra el Cacereño. Pero fue frente al Villarreal donde el equipo de Ancelotti no encontró al final soluciones a los problemas que va arrastrando. Pese a que tuvo ocasiones y carácter al final y pese a que con razón puede pedir explicaciones por el penalti que le pitan a Alaba, fue el equipo de Setién quien llevo la iniciativa del encuentro y no dejó que el Madrid con su salidas de vértigo le asustara. Ni que el empuje de los últimos minutos acabara en gol. Así perdió el Madrid en un campo donde solia empatar las últimas temporadas. Sólo al final mostró más decisión el equipo de Ancelotti, pero se pasa demasiado tiempo especulando con sus fuerzas, dejando demasiado espacio y balón al rival. Es verdad que también lo hizo durante muchos partidos del año pasado y que le solíà salir bien, porque después, cuando llegaba al área rival era mucho más efectivo. En La Cerámica, sin embargo, no fue suficiente. Iba salvando el Madrid los partido, pero antes o después, no le iba a llegar para conseguirlo. Y fue en Villarreal.
Otra cosa es que a Ancelotti le sigan debiendo una explicación acerca de lo qué es penalti por mano y lo que no, si es que alguien conoce la respuesta correcta. Porque si la mano de Foyth es mano por cómo la tiene separada del cuerpo, aunque su intención es pelear con Vinicius (un duelo tremendo, por cierto, durante todo el encuentro, que ganó el futbolista local), la mano de Alaba, cuando después de caerse, se va a levantar, es un misterio más para añadir a la larga lista que llevamos esta temporada. No hay encuentro en el que las manos en el área sean decisivas y ya se pitan algunas para la que no hay ninguna razón aparente. La mano de Alaba no es que ocupe espacio, es que la utiliza para levantarse. Se pitó y con ese gol ganó el Villarreal.
El choque se jugó a todo ritmo, el que marcó el equipo de Setién, que salió a morder desde el principio y que tuvo en un espectacular remate de Coquelin, de tacón, su mejor expresión. Arriba Gerard Moreno daba una lección, mientras que Yeremi Pino y sobre todo Chukwueze se movían y hacían daño a un Madrid desorientado, con Militao en la banda derecha, Rüdiger frío y Mendy muy lejos del Mendy que tan bien cerraba antes. Fue después, en la segunda mitad, cuando un error del francés abrió el marcador en contra del Madrid.
Sin balón, el equipo de Ancelotti igualó el partido en llegadas. Benzema se movía bien, más suelto que otras veces y a partir de ahí creaba y llegaba el Real Madrid. Ancelotti, pese al gol de Rodrygo en la Copa dio la titularidad a Fede Valverde para que acompañara a los tres centrocampistas y poblar el centro del campo. Pero el Madrid corría y bien, aunque no dominaba el partido. Eso era cosa de Parejo y Baena. Sin goles, la primera parte pasó como un avión, el Madrid a golpes y el Villarreal con la pelota.
Fue el gol de Yeremi Pino, el regalo de Mendy lo que cambió todo. Eso y los penaltis, que no dejaron respirar. Foyth dio una mano que sólo vio el VAR, pero que era y el colegiado vio la de Alaba, en la que también el balón le golpea en la mano. Otra vez el Villarreal volvió a estar por encima y el Madrid tuvo que cambiar de plan y tomar el mando. Ancelotti hizo lo de siempre: quitó a un lateral, puso a Camavinga por Modric (que el croata no acabe casi nunca empieza a ser un síntoma) y sacó a Rodrygo. El manual del plan B, con el que suele resolver situaciones complicadas. Cambió el Madrid y el Vilarreal buscó las contras con peligro. Nadie pudo tomarse un respiro. Pero esta vez no pudo remontar el Madrid.
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