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Fútbol

Real Madrid-RB Leipzig (2-0): Valverde desatasca y Asensio se reconcilia

El equipo de Ancelotti tardó en hacerse con el encuentro en la noche más gris de la temporada. Al final, marcó el uruguayo y Marco hizo uno de sus goles

Fede Valverde celebra el primer gol en el Real Madrid-Leipzig de la Champions
Fede Valverde celebra el primer gol en el Real Madrid-Leipzig de la ChampionsJesús G. FeriaLa Razón

La rabia con la que Fede Valverde celebró el gol que abrió el partido contra el Leipzig resumió perfectamente lo que había sido el choque para los de Ancelotti: una pelea constante, contra el rival, pero también contra sí mismos. Hay días en los que te levantas y cuando se te han caído las gafas, y has tropezado con una zapatilla que no estaba dónde debía, ya sabes que no va a ser fácil. Algo así le sucedió al conjunto blanco, sin fluidez y atascado durante casi todos los minutos, fuera de ritmo, quizá en el partido más gris del buen comienzo de temporada que lleva el campeón de la Champions y de LaLiga. Durante la larga temporadas salen bastantes encuentros así, que no hay manera de enderezarlos y la única solución es intentar desatascarlos lo antes posible para que no se vuelvan plomizos, el público no se impacientes, que el del Bernabéu es de hacerlo y que el rival no se adelante. Esto último no pasó, pero lo anterior sí.

El encuentro, en definitiva, se le fue haciendo bola al Madrid, con los jugadores sin coordinar con ellos y sin remate. Acabó el primer tiempo y no había rematado a puerta el conjunto local. El peligro llegó cuando pasado minutos de la segunda parte, el Leipzig decidió que a lo mejor el empate se le quedaba corto, que una vez había atado al Madrid, por qué no iba ganarle. Se fue arriba, pero ya no tenía fuerzas para volver y lo aprovechó el Madrid para correr y ganar. Lo aprovechó sobre todo Valverde, el desatascador oficial cuando las cosas se complican, titular indiscutible en este equipo, aunque sea centrocampista o extremo, pues ocupa tanto campo que puede ser las dos cosas. Vini se fue por fin, lo que no pudo hacer muchas veces, Rodrygo no la tocó, pero sí que despistó y Valverde controló y remató. La juventud.

Su remate no fue tan estético como Asensio, pero valió igual. Porque el partido dejó la victoria blanca y la incorporación de Asensio al objetivo común. Salió al campo entre división de opiniones, algo que ya creaba la temporada pasada, antes de que el pasado encuentro visualizase su enfado y se reconcilió con el público, el equipo y consigo mismo con un remate muy suyo, de primeras, en una falta de Kroos. Asensio puro.

Fueron en los últimos minutos, cuando por fín se encontró el Madrid. Porque antes había pasado el tiempo sin ocasiones claras y sin fluidez, desconectado como pocas veces lo ha estado en esta temporada que tan bien ha comenzado el campeón de LaLiga y de la Champions. El Leipzig le cortó la imaginación, cortó a Vinicius e interrumpió casi siempre a Rodrygo.Y salió rápido el conjunto alemán cuando pudo correr, pero luego fue muy tierno ante Courtois. Timo Werner dejó el Chelsea y no parece que vaya a recuperar el prestigio que alguna vez tuvo en el equipo alemán. Fue un Madrid frío durante cuarenta y cinco minutos, sin nada con lo que sorprender al rival. Era como si todo se quedase a punto; un regate de Rodrygo, una carrera de Valverde o los intentos de Vinicius, Pero nada. Si había algún debate acerca del delantero que puede jugar por Benzema el domingo en el derbi, la titularidad de Rodrygo dio casi todas las pistas. Parece que una vez más el brasileño le ha ganado la partida a Hazard.

Rodrygo fue el nueve, Camavinga estuvo en un centro del campo sin Kroos, mientras Rüdiger y Nacho eran la pareja de centrales. Dijo Ancelotti que iba a hacer rotaciones y está cumpliendo con sus palabras. Si los resultados acompañan, puede seguir, pero hay veces, como el choque contra el Leipzig que parece que los cambios desnaturalizan al equipo, al que le cuesta encontrar el ritmo o dinámicas entres los futbolistas. Por ejemplo, Alaba fue lateral izquierdo, pero no encuentra el hilo de unión con Vinicius y a veces da la impresión de que no tienen claro como distribuirse en los espacios. Los mejor del equipo de Ancelotti llegó cuando el rival se desordenó un poco y tuvo espacio para correr, pero apenas probó al guardameta rival mientras que Courtois tuvo que lanzarse un par de veces al suelo para evitar un inesperado tanto. No pasó casi nada y costó que pasase en la segunda. Pero cuando sucedió, ganó el Madrid.