Neymar abandonaba el campo limpiando la pelota y quitando los restos de césped que quedaban en ella. La acabó besando. Ésa era para él, el primer balón que se lleva a su casa de recuerdo en el Barcelona el primer jugador capaz de marcar tres goles en un encuentro en la Copa Libertadores –la «Champions» de América–, y en la Liga de Campeones de Europa. «Sí, ha sido mi partido más completo», reconocía «Ney» tras el encuentro ante el Celtic. En realidad fue el partido en el que se completó, en el que demostró que, aparte de dar pases y regatear a rivales, es capaz de golear. «Presión no, pero necesitaba un partido así», reconoció el futbolista, que sólo espera que lo logrado ante los escoceses «tenga continuidad».

Neymar ha caído de pie en la Ciudad Condal y su adaptación ha sorprendido incluso dentro del club, entre la propia plantilla. Su actuación y ante el rival que se produjo es sintomática. El Barcelona se ha enfrentado al Celtic varias veces en los últimos años y nunca le ganó de forma cómoda. En el curso 2007/08 le eliminó en octavos con dos victorias por un solo gol de diferencia (2-3 en Glasgow y 1-0 en Barcelona). La temporada pasada, con Vilanova, en la fase de grupos, se impuso en Barcelona con un tanto de Jordi Alba en el último minuto y perdió en Escocia. Esta vez, en la ida sólo había logrado superarlo por 0-1, pero el miércoles se rompió la tónica. El Celtic es el típico equipo fuerte que no sucumbía al pase-pase-pase del Barcelona, pero sí se doblegó ante la habilidad de Neymar, el futbolista que más regates intenta de la plantilla. Para eso le ficharon, para agitar un ataque al que le faltaba uno contra uno, plano en ocasiones. Sus tres tantos, que consiguió con una diferencia de sólo 14 minutos, elevan su cuenta a ocho en 21 participaciones, todavía lejos de las marcas que tenía en Brasil donde, en 2012, su mejor campaña, sumó 43 dianas en 47 partidos.

Pero el aspecto que más entusiasma de Neymar a Tata Martino es su capacidad de sacrificio. Ante el Celtic corrió algo más de nueve kilómetros y participó en la presión alta que practicó el Barça para asfixiar a su rival. El conjunto azulgrana puede haber introducido variantes en su juego, pero en esencia es lo mismo, o lo intenta: ha sido el equipo que más pases ha dado en la primera fase de la «Champions» (4.812, casi 300 más que el PSG y el Bayern) el que más acierto ha tenido en ellos (46 por ciento) y el que más posesión ha disfrutado en los partidos (63), empatado con el Bayern que dirige Guardiola.