El momento más emocionante de Qatar 2022: los iraníes callan y pitan cuando suena su himno contra Inglaterra

En cuanto los equipos europeos que más protestaban para llevar el brazalete arco iris fueron amenazados por la FIFA on mostrar tarjeta amarilla al futbolista que lo portase, dieron un paso atrás, porque, como aseguró Países Bajos, habían ido al Mundial de Qatar 2022 a ganar partidos. Las protestas quedaron en segundo plano. Por eso, ha sido más que emotivo el momento en el que los futbolistas iraníes, antes del partido en el que han sido goleador por Inglaterra, han escuchado el himno, que tiene letra, en absoluto silencio, sin ni siquiera mover la boca, sin cantar, en protesta por la represión hacia las mujeres en su país.

Ha sido uno de los momentos más emocionantes de este polémico Mundial de Qatar en el que la FIFA está cediendo paso a paso a las exigencias del país organizador. Desde las cervezas a los brazaletes. Los jugadores iraníes no han cedido a la presión de su país y han protagonizado la protesta pública. Ellos callaban y la afición que estaba en el estadio, pitaba.

Ya hubo problemas cuando se dio la lista de convocados. El entrenador, Carlos Queiroz, no la publicó de manera presencial porque había mucho ruido en cuanto a la selección o no de algunos futbolistas que ya habían sido críticos con el régimen iraní.

En el campo de Qatar se pudo ver a mujeres iraníes viendo el encuentro, algo que no sucede en los estadios de su país. Para Mariam, de 27 años, la entrada para el partido de la Copa del Mundo fue un regalo precioso. Fanática del deporte, viajó desde Teherán al Mundial de Qatar para ver el partido inaugural de Irán el lunes contra Inglaterra, su primer partido de fútbol en directo.

Las mujeres tienen prohibido asistir a los partidos de los hombres en Irán.

“Nunca he asistido a un partido de fútbol en mi vida, así que tenía que aprovechar esta oportunidad”, dijo Mariam, una estudiante de relaciones internacionales que, como otras mujeres iraníes presentes en el partido, se negó a dar su apellido por miedo a las represalias del gobierno, informaba Ap.

Las fuerzas de seguridad han reprimido violentamente las manifestaciones, causando la muerte de al menos 419 personas, según Human Rights Activists en Irán, un grupo que ha estado supervisando las protestas.

Los disturbios se vieron espoleados por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, de 22 años, bajo la custodia de la policía de la moralidad del país. Al principio se centró en el hiyab, o pañuelo para la cabeza, obligatorio para las mujeres, pero desde entonces se ha convertido en una de las amenazas más graves para la República Islámica desde los caóticos años posteriores a su fundación.

“Un gran logro para las manifestantes sería tener la opción de llevar el hiyab”, dijo Mariam. Su cabello castaño caía sobre sus hombros y se extendía por su espalda. “Pero después de eso, las mujeres irán por su derecho a estar en los estadios”.

En un esfuerzo por restringir las grandes concentraciones, Irán ha cerrado todos los partidos de fútbol al público desde que estallaron las protestas. La razón del temor de las autoridades se hizo evidente cuando los aficionados se filtraron en el Estadio Internacional Khalifa de Doha el lunes. Muchos aficionados iraníes llevaban camisetas o agitaban carteles con el mantra del levantamiento: “Mujer, vida, libertad”. Otros llevaban camisetas con los nombres de las manifestantes asesinadas por las fuerzas de seguridad iraníes en las últimas semanas, continúa la información de AP.

La cuestión de si hay que animar a la selección nacional ha dividido a los iraníes, ya que el equipo se ha visto envuelto en la política del país. Muchos ven ahora el apoyo a la selección iraní como una traición a los jóvenes que han arriesgado sus vidas en las calles.

“El movimiento de protesta ha eclipsado el fútbol”, dijo Kamran, un profesor de lingüística que vive en la verde provincia norteña de Mazandaran. “Quiero que Irán pierda estos tres partidos”.

Anusha, una joven de 17 años cuyo instituto de Teherán se ha visto sacudido por las protestas, dijo que las últimas semanas de disturbios lo habían cambiado todo para ella.

“Hace unos meses habría dicho que, por supuesto, quería que Irán ganara contra Inglaterra y Estados Unidos”, dijo. “Ahora, es extraño. Realmente no me importa”.