La segunda vuelta para el Barcelona de Xavi Hernández, que vuela hacia el título de Liga, comenzó unos centenares de kilómetros al sureste del Camp Nou, Mediterráneo a través. Desde la isla de Mallorca llegaban noticias de una, otra, defección madridista y el equipo culé se relamía en las horas previas a su partido contra el Sevilla, otrora fiero león, pero hoy dócil minino, ante la posibilidad de distanciar a ocho puntos al campeón vigente. Lo consiguió con una goleada solvente, sencilla, sin dejar el menor resquicio para la duda. El campeón de invierno tiene toda la pinta de conservar su corona en primavera, que es cuando cuenta de verdad.

Con lo bien que pintaba el domingo para el campeón de invierno, fue a torcérsele a los tres minutos, cuando En-Nesyri pisó fortuitamente a Busquets y hubo de irse el capitán dolido por la violenta torsión de su tobillo derecho. Sampaoli había advertido en la antevíspera que saldría al Camp Nou con futbolistas «capaces de jugar juntitos» y a fe que lo hizo. Apiñó a todos sus muchachos el santafesino al borde de su propia área, cediendo pelota y metros al Barça durante una media hora inicial que fue un monólogo, con ratios de posesión por encima del 80 por ciento para los locales.

El Sevilla apenas ofreció prueba de vida ofensiva en la primera mitad, acaso un disparo mordido del debutante Pape Gueye que salió en globo, lejísimos de Ter Stegen. Enfocó la tele a su entrenador y se le dibujaba una sonrisa socarrona entre la barba y el gorro. Consistía el plan, por lo visto, en llegar con el marcador virginal al descanso, logro que se sustanció gracias a los dos duelos que le ganó Bono a Lewandowski, uno al achicarle al borde del área pequeña y otro con una mano prodigiosa tras zapatazo del polaco. La decena de saques de esquina que botó el Barcelona fueron pura farfolla estadística, pues Badé y sus compinches los defendieron con consistencia. Aunque estaba clarísimo que semejante atrincheramiento tenía las patas muy cortas.

Comenzó el segundo tiempo igual que el primero, un asedio ante un Sevilla empequeñecido, y esta vez cantó bingo Jordi Alba, tras impresionante maniobra en el área de Kessié, que lo asistió con un sutil toque de exterior. El candado había tardado casi una hora en saltar, pero había saltado, y ya nada detendría a los azulgranas, que marcharon al paso de la oca hacia la victoria frente a un rival atenazado por los fantasmas en forma de amenaza de descenso que lo acucian desde el verano. Desde que Bono encajó el 1-0, el único suspense estribaba en saber cuántas veces más recogería el balón de entre sus redes.

Cautivo y desarmado el Sevilla, cuyos futbolistas estuvieron cinco minutos discutiendo cómo colocarse tras entrar Ocampos con medio folio escrito desde el banquillo, el líder se gustó con otros dos golazos de los que se marcan en los entrenamientos: apertura a banda, pase de la muerte y remate a placer. Uno por cada lado, sirvió Raphinha para que Gavi marcase el segundo y anotó el tercero el brasileño, el mejor hombre sobre el césped, tras asistencia de Jordi Alba. No quiso hacer más sangre el Barça y dejó por mentiroso el Sevilla a quien estuviese tentado de decir que no remató a puerta, pues lo hizo Ocampos por primera y única vez en el minuto 88.

3. Barcelona: Ter Stegen; Koundé, Araujo (Marcos Alonso, min. 80), Christensen, Jordi Alba (Balde, min. 83); Busquets (Kessié, min. 8), Frenkie de Jong, Pedri; Raphinha (Ferran Torres, min. 83), Lewandowski y Gavi (Ansu Fati, min. 80).

0. Sevilla: Bounou; Montiel, Badé, Rekik, Acuña (Ocampos, min. 65); Pape Gueye (Fernando, min. 83), Joan Jordán; Gudelj, Óliver Torres (Bryan Gil, min. 46), Rakitic; y En-Nesyri (Lamela, min. 46).

Goles: 1-0 (min. 58): Jordi Alba; 2-0 (min. 71): Gavi; 3-0 (min. 79): Raphinha.

Árbitro: Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó con tarjeta amarilla a Rakitic y Jordán.

Incidencias: 77.987 espectadores en el Spotify Camp Nou. Partido correspondiente a la jornada vigésima de LaLiga Santander. Antes del inicio del encuentro, se guardó un minuto de silencio por la muerte de Josep Maria Espinàs, escritor, periodista y coautor del himno del Barcelona, el “Cant del Barça”.