Protagonista
Supercopa, Real Madrid - Barcelona: Araujo, el anti Vinicius
Xavi repitió la fórmula del 0-4 del Bernabéu y volvió a colocar al central como lateral para intentar contener la velocidad del brasileño
Xavi tenía claro qué temer de su rival en la final de la Supercopa. «Al Madrid lo tienes que controlar de alguna manera, esas transiciones que te matan, había que estar atentos a las vigilancias a Vinicius y Benzema», explicó. Y no dudó en el nombre que tenía que vigilar al brasileño: Ronald Araujo, aunque tuviera que volver a sacarlo de su lugar más natural para que ocupara el lateral derecho, ya que Vini se mueve por el extremo izquierdo.
El puesto de lateral diestro es un quebradero de cabeza para el Barcelona y para Xavi desde hace tiempo y esta temporada es una más. No consigue fichar un jugador de garantías para esa posición, ni encuentra a nadie en las categorías inferiores, de ahí que todo hayan ido siendo remiendos como Sergi Roberto, que ha cumplido, pero que contra jugadores veloces como Vinicius sufre porque él no es rápido y además es un centrocampista. Bellerín, el fichaje de este curso, se une a la lista de los Dest, Semedo... Ninguno se hizo con el sitio de verdad. Araujo disputó los primeros dos partidos de Liga como lateral porque no había otra opción, pero en cuanto Koundé fue inscrito era al francés al que Xavi descolocaba, y durante un tramo del curso incluso a Balde, que juega en el otro costado. Para la final de la Supercopa estaban disponibles tanto Araujo como Koundé, pero ese día en concreto era para el uruguayo. «Nos ha salido muy bien reforzar el centro del campo para tener esa superioridad. Y Araujo para parar las contras y para parar a Vinicius ha estado muy bien», explicó el capitán, Sergio Busquets.
Xavi repitió la fórmula del año pasado en el Bernabéu, cuando el uruguayo también saltó de su sitio y el Barcelona se impuso 0-4 minimizando al eléctrico brasileño. De los cuatro partidos que Araujo ha disputado contra el Real Madrid, ha sido lateral derecho en los dos que ha ganado. Es verdad que el extremo blanco no atraviesa su mejor momento y está pasando por un periodo de recuperación de forma después del Mundial, pero el marcador azulgrana tenía clara la manera de intentar detenerlo: evitar que se diera la vuelta. Se le echaba encima cuando estaba de espaldas con mucha intensidad y contundencia sin miedo a recurrir a las faltas. Los números así lo muestran. El Barcelona jugó un partido bastante limpio en el que apenas cometió ocho faltas, y cuatro de ellas fueron de Araujo a Vinicius siempre para impedirle que se girara, hasta que finalmente vio la tarjeta amarilla. Se la había jugado muy al principio con una entrada a destiempo que le pudo costar cara. El barcelonista dio una patada abajo durísima a su rival, pero el balón ya había salido por la banda. No se podía pitar, por tanto, falta, pero sí se le podía haber amonestado. Araujo se sobrepuso también a que el primer regate que intentó Vinicius en el área, de cara, le salió. No logró muchas más con éxito hasta que el partido ya estaba resuelto.
Acabó al límite de sus fuerzas Araujo, que fue sustituido en los últimos minutos. No hay que olvidar que acaba de regresar de una larga lesión y de una operación que le tuvo sin jugar desde el 1 de octubre hasta el 4 de enero, cuando reapareció en Copa ante el Intercity. El Clásico era el cuarto partido que disputaba desde la reaparición: antes estuvo una hora en la Copa, los 90 minutos en el Metropolitano, donde además evitó el gol del empate con un taconazo en la línea de gol en el tiempo de descuento; y los 120 minutos de las semifinales de la Supercopa contra el Betis.
«Es una felicidad enorme. Vengo de un momento muy duro. Este título es una gran recompensa. Esta semana fue dura porque la idea era empezar de a poco, pero el equipo me necesitaba. Después del Betis estaba jodido», admitió el defensa, que intentó exprimir los límites de su recuperación para estar en el Mundial y aunque viajó a Qatar con su selección no llegó a tiempo de jugar. Estaba emocionado por conseguir un título que considera que puede ser «el principio de algo». «Ganar esta copa nos va a dar un impulso. Nos quitamos un peso de encima. Con el equipo que tenemos hay que ganar títulos. Hay que pelear por lo máximo», afirmó. Con él en el campo, con «el gran Ronald», como dice Xavi, es más fácil que eso suceda.
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