Rayo Vallecano
Más goles que rivales
El Madrid se hincha frente a un adversario que jugó 75 minutos con nueve. Con once, el Rayo remontó y pudo incendiar el Bernabéu. El árbitro, decisivo en el penalti y la expulsión
Hubo un momento ayer en el Bernabéu que el público no sabía qué iba a ser lo siguiente. Pasaba de todo, como en una película de mal guión, pero con giros dramáticos que te dejan pegado a la silla a la espera del siguiente golpe de efecto. Todo empezó con los pitos rutinarios a Rafa Benítez cuando desde el videomarcador se dijo su nombre. Él intenta no hacer mucho caso, pero el Bernabéu es constante con sus fijaciones. Antes de que el enfado continuase o fuese más, en un fogonazo, Danilo adelantó al Madrid. No hay como un gol para calmar cualquier recuerdo que queme. Fue un gran contrataque del Madrid culminado por su lateral derecho, quien por fin hizo un encuentro contundente.
Así se lo hemos contado
Ahí tenía que haber terminado todo. Un Madrid con viento a favor, la grada complacida y el rival rendido sin llegar al minuto cinco del encuentro. Pero nada es normal en este equipo, que no encuentra la calma en ningún momento. Se lleva toda la semana hablando de intensidad, pero no la encuentra el conjunto de Benítez. El Rayo empezó a tocar, en vez de hundirse y en dos cabezazos remontó el choque y puso el Bernabéu al borde de un ataque de nervios. Era el minuto 12 del partido y el choque ya estaba del revés. Los rivales saben que tienen que aprovechar ese estado de nervios en el que vive el madridismo. Pocas veces el Rayo se va a encontrar en un escenario tan favorable en el estadio del Madrid. Sólo necesitaba paciencia, para que lo que tenía enfrente se fuese desinflando entre reproches de unos con otros.
No encontraba la solución el entrenador blanco y parte de la grada no podía contener su enfado. Ronaldo decía que no al público, que había que animar. Era el prólogo del caos. No se sabe qué consecuencias hubiese tenido una derrota. Pero Tito hizo una entrada violenta y absurda a Kroos en el centro del campo. Iglesias Villanueva, el árbitro, aun sin haberse hecho notar en el partido, lo vio con claridad y le expulsó. Paco Jémez se moría de rabia en la banda, pero la tarjeta era merecida. El Rayo veía que la felicidad se le acababa. Era la siguiente vuelta de tuerca y no se había llegado al cuarto de hora del partido. Todo lo que estaba en contra del Madrid se puso de cara.
Danilo dibujó su primer gran pase desde que es jugador del Real Madrid y Bale marcó el empate. El primero de los cuatro con los que acabaría el partido. Se marchó aplaudido. En Villarreal ya fue de los mejores y ayer aprovechó las facilidades para lucir.
Mucho antes de eso, el espectáculo continuaba en el césped. Faltaba sacar alguna sorpresa más para que el show no decayera, para mantener la atención del público. El conejo de la chistera se lo sacó el árbitro: en un balón colgado al área, pitó un penalti más que polémico de Baena a Sergio Ramos y, además expulsó al jugador del Rayo Vallecano. El reloj no marcaba ni la media hora, pero ya se habían marcado cuatro goles y el Rayo tenía que jugar lo que quedaba con dos futbolistas menos. El penalti lo marcó Ronaldo y a partir de ese momento hubo muchos más tantos por parte del Real Madrid, hasta llegar a una cifra histórica, pero no hubo más partido.
Poco puede analizar Rafa Benítez con lo que sucedió ayer. Once contra once, el equipo estuvo peor que rival, con un futbolista de más empató y con dos se paseó y se puso las botas para pasar unas vacaciones tranquilas. No hubo tensión, ni rigor táctico ni nada que concluir. La segunda parte pasó con la efusión de los tantos conseguidos, pero con la sensación de que todo lo que estaba sucediendo ya estaba de más y no había mucho que analizar.
Trashorras, en un ejercicio ejemplar, intentó mantener a los suyos con la posesión de la pelota, pero los goles fueron cayendo con una lógica aplastante. Disfrutaron Bale y Ronaldo, también Benzema y se tranquilizó un ambiente extraño, que sólo victorias contundentes pueden normalizar. Al descanso, con un 4-2 en el marcador, a un sector de la grada del Santiago Bernabéu no se le había pasado el enfado por los primeros quince minutos. Después, en la segunda mitad, cayeron seis goles y el público del estadio disfrutó de ellos. Se le pasó el mal humor y terminó con un buen sabor de boca.
El entrenador del Rayo no podía aguantar más en la banda. Se quitaba la chaqueta, se la ponía, se la dejaba así, ni puesta ni sin habérsela quitado. Desesperado. En el descanso esperó a todos sus jugadores en el campo para animarles. Después explotó: «Hacía mucho tiempo que no veía algo tan esperpéntico y tan vergonzoso. Hemos perdido credibilidad de puertas para fuera. La Liga ha perdido credibilidad. Nos sentimos pisoteados, humillados. Son cosas que pasan y espero que no se vuelva a dar».
10 - Real Madrid: Keylor Navas; Danilo, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Lucas Vázquez, m.62); Kroos, Modric, James (Kovacic, m.65); Bale (Arbeloa, m.74), Cristiano Ronaldo y Benzema.
2 - Rayo Vallecano: Yoel; Tito, Amaya, Zé Castro (Montiel, m.80), Nacho; Baena, Trashorras, Jozabed, Lass (Bebé, m.63); Pablo Hernández (Quini, m.21); y Javi Guerra.
Goles: 1-0, m.3: Danilo. 1-1, m.10: Amaya. 1-2, m.12: Jozabed. 2-2, m.25: Bale. 3-2, m.29: Cristiano de penalti. 4-2, m.41: Bale. 5-2, m.48: Benzema. 6-2, m.53: Cristiano. 7-2, m.61: Bale. 8-2, m.70: Bale. 9-2, m.79: Benzema. 10-2, m.90: Benzema.
Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité gallego). Amonestó a Danilo (72) por el Real Madrid; y a Nacho (27) por el Rayo. Expulsó con roja directa a Tito a los 14 minutos y a Baena por doble amonestación (19 y 28).
Incidencias: encuentro correspondiente a la 16a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 61.564 espectadores.
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