El último fin de semana de marzo era la fecha que había puesto Carlo Ancelotti al regreso de Courtois y Militao. El entrenador del Real Madrid había ido adelantando plazos en el proceso de recuperación de ambos futbolistas. Y su optimismo iba acompañado de las imágenes de entrenamiento que publicaba el club. En ellas se veía al defensa brasileño con el grupo y a Courtois entrenándose sobre el césped a un ritmo que parecía ya bastante competitivo. Estaban listos. Ahora está listo Militao, no lo va a estar Courtois, lesionado en el menisco de la rodilla derecha, que pasará por quirófano y que estará dos meses de baja. Es decir, que cierra la temporada sin haber jugado ni un partido. Estuvo en la pretemporada en Estados Unidos, sufrió la temible rotura del cruzado y cuando parecía listo para volver a la portería del Real Madrid, se ha vuelto a lesionar.

Esta era la semana en la que Ancelotti iba a probar a sus dos jugadores con partidillos de entrenamientos con la cantera. Con muchos de los futbolistas internacionales con sus selecciones, el entrenador madridista quería poner en lo que se denomina forma competitiva a Militao y al portero, por si, incluso podían llegar a la vuelta de los cuartos de la Champions, en Manchester. Ese era el plan inicial, que ahora se ha ido al traste.

Courtois enseguida sintió que se había roto ayer por la tarde. Lo oyó, ese crack que sólo anuncio que una parte de tu cuerpo ha dicho basta. Su pierna izquierda, la operada, la que tenía que recuperar, iba bien, el ruido y el dolor intenso había sido en la otra, en la derecha. Llegaron los médicos mientras el guardameta no podía esconder su tristeza y decepción. Competitivo a muerte, esperaba ayudar al Real Madrid en el tramo decisivo del curso. Pero las pruebas médicas confirmaron que se había roto el menisco. Que es malo, pero es menos malo que si se hubiese roto ese cruzado, que fue lo que muchos pensaron en la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Pero el año ya está perdido y sólo puede pensar en el siguiente curso y en verano recuperarse al ciento por ciento.

Cuando se lesionó en la pretemporada, los despachos del Real Madrid empezaron a trabajar y llegaron numerosas propuestas de representantes para ofrecer porteros de todos los tipos. Lunin era una incógnita porque siempre había estado a la sombra de Courtois y en sus actuaciones mostraba una frialdad exagerada.

Así que llegó Kepa, pero las cosas casi nunca salen como se creía. Kepa tuvo un par de actuaciones discretas, se lesionó y Lunin ofreció una versión nunca vista. Ahora va a ser titular en el tramo decisivo.