Real Madrid
Un Madrid de baja intensidad golea al Alavés
Empieza el mes de abril y a partir de ahora, ya no hay descanso y no está permitido fallar. Sólo vale sumar y eso ha hecho el Madrid contra el Alavés, que lo vio cerca durante muchos minutos de la segunda parte, pero se volvió a casa con tres goles.
Empieza el mes de abril y a partir de ahora, ya no hay descanso y no está permitido fallar. Sólo vale sumar y eso ha hecho el Madrid contra el Alavés, que lo vio cerca durante muchos minutos de la segunda parte, pero se volvió a casa con tres goles. Ese es el Madrid. No tuvo el día más brillante y le faltó constancia, pero no falló. Primero le guió la luz de Benzema y luego, cuando el partido de convirtió en un choque de ida y vuelta, golpeó más fuerte y mejor que el Alavés.
El conjunto de Zidane se tomó el partido con mucha calma, quizá con excesiva, confiando en su superioridad. Nunca apretó el acelerador y no le hizo falta para adelantarse, en la primera mitad con un gol de Benzema. Durante esos primeros cuarenta y cinco minutos el francés volvió a dar una lección de las suyas, y ya lleva varias esta temporada. Siempre elige la mejor opción, da una salida a sus compañeros y devuelve todas las paredes que le tires. Si está iluminado, como lo estuvo frente a los vitorianos, es una producción constante de fútbol. Todo lo bueno del Madrid pasó por sus botas. Empezaba en una banda y terminaba la jugada en la siguiente, siempre conduciendo, con pases cortos, avanzando, sin prisa y sin parar nunca, haciendo un daño que no se nota, pero que va minando al rival. Fue Benzema quien tiró del Madrid, brillante en varias jugadas, inconstante durante muchos minutos. Le falta el oxígeno o la brillantez a Modric y le pesa a todo el equipo. El croata está cansado o falla más de lo debido y a los de Zidane les cuesta mantener el ritmo. Sin Casemiro, fue Isco quien ocupó el centro del campo junto a Modric y Kroos y volvió a dejar detalles del futbolista que es, además de un golazo cuando el partido terminaba. Si la pugna por quedarse en el Madrid es entre él y James, el colombiano llevas las de perder.
No estaba ni mal ni bien el Madrid, como volviendo a la normalidad tras el parón de selecciones, pero le costó al Alavés inquietarle. El conjunto de Pellegrino que había puntuado en el Camp Nou y en el Calderón estuvo aseado, sólo aseado en la primera mitad, sin ser punzante arriba.
Cambió después del descanso, cuando dio la impresión de que al Madrid se le acabó la gasolina. Benzema perdió brillo y fue sustituido y a muchos madridistas les costaba recuperar la posición. Se dejó llevar el líder y estuvo cerca de llevarse un susto. Pepe se desesperaba atrás y Nacho mantenía la firmeza. A un lado Danilo intentaba no desentonar y al otro Carvajal disputaba un partido con el que no contaba. Pero la lesión de Varane obligó a Zidane a cambiar todas las fichas atrás. El francés también cambió al equipo en la segunda parte. Pegó a Isco a una banda y a Bale a la otra para jugar con sólo dos delanteros e intentar tener más la pelota. Además, mediada la segunda parte, dio paso a Kovacic por un gris Modric. El Alavés tenía la pelota, Deyverson se inventaba remates imposibles y Manu tuvo el partido en sus pies, pero su remate se marchó rozando el poste. Empezaron los nervios en el Bernabéu, que veía que no tenía el partido cerrado. Le faltó al Alavés más convencimiento o más remate. Aguantó la defensa del Madrid y el partido se fue yendo a un cara a cara: el Alavés tuvo que seguir arriesgando y dejó huecos atrás. Zidane volvió a cambiar al equipo al sacar a Lucas Vázquez por Benzema y jugó con Ronaldo de delantero e Isco de media punta. No había aprovechado sus minutos el equipo vasco y eso es imperdonable. Al final, se llevó un gol de Isco y otro de Nacho. Suma y sigue el Madrid. Un día menos para la Liga.
✕
Accede a tu cuenta para comentar