Copa del Rey
Kroos y Modric, ¿cuestión de años o algo más?
No fueron capaces de gobernar el partido a pesar de que el Real Madrid gobernó ampliamente la posesión
Se quejaba Luka Modric después de ganar en Liverpool de que antes del Mundial no se discutía si podía jugar con Kroos y ahora parece que son incompatibles. «Antes lo estábamos haciendo muy bien y ahora parece que no podemos. Llevamos mucho tiempo juntos, hemos perdido y hemos ganado mucho», explicaba el croata.
Entre los dos suman 70 años y ambos están en su último año de contrato y sin haber renovado aún. Y ante el Barcelona, al menos, no pudieron gobernar el partido como estaban acostumbrados hace no tanto a pesar de que el Madrid dominó ampliamente la posesión. ¿Cuestión de años? ¿Cuestión de fútbol? Quizá es cuestión de que el físico que ellos ya no aportan lo ponía Casemiro hasta el verano pasado. El brasileño era el engranaje que hacía que cada cosa estuviera en su sitio. Y sigue haciéndolo ahora en su nueva casa. Casemiro es la clave de que el Manchester United sea uno de los equipos de moda en Europa.
Cuando le preguntaron durante el Mundial con quién prefería jugar en el centro del campo, «Case» no dudó en responder «con Kroos y con Modric». Ese centro del campo se recitaba de carrerilla, como si fueran un hombre solo. Pero ahora Kroos y Modric están huérfanos.
Es posible que todo sea una impresión resultadista provocada por una derrota. O no. El año pasado el Real Madrid ya se preparaba para la transición. El centro del campo que parecía indisoluble como si estuvieran unidos por una barra de futbolín no acabó el partido en ninguna de las tres remontadas que vio el Bernabéu camino de su triunfo en la Liga de Campeones.
Casemiro estaba sancionado en la vuelta contra el PSG; Modric fue el único que acabó contra el Chelsea y ninguno de los tres estaba ya sobre el césped cuando el Real Madrid confirmó su remontada contra el City.
Esta temporada, sin Casemiro, parecía que Tchouameni sería el único dueño de ese puesto de mediocentro, pero por ahí, lesiones aparte, han pasado también Kroos y Camavinga. Cuando el centrocampista fichado del Mónaco entró fue para sustituir a Kroos. No hubo oportunidad de comprobar si en partidos grandes como el clásico basta el físico de Tchouameni para ordenarlo todo. Kroos ha ocupado ese lugar contra el Atlético y contra el Barcelona en el Bernabéu y el resultado ha sido un empate contra diez y una derrota. Quizá no sea sólo una cuestión de años sino de sitio y de los compañeros que los rodean.
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