Liga de Canmpeones
El peor día de Simeone en el banquillo del Atlético
«Soy un cabeza dura», dice el técnico, que todavía piensa en ganar algún día la Champions con el equipo rojiblanco. «Voy a seguir insistiendo», dice
«Sí», responde Simeone cuando le preguntan si ha sido su peor día como entrenador del Atlético. «Sí», responde. Sin dudas y sin adornos después del empate contra el Leverkusen que deja a su equipo fuera de la máxima competición continental. Su peor día como entrenador del Atlético, por encima de las dos finales de la Liga de Campeones perdidas. Dos derrotas crueles, en los penaltis y en una prórroga después de recibir el empate en el minuto 93 de la final contra el Real Madrid en Lisboa.
«No tengo ninguna duda de que la Champions me cuesta. Las dos finales, una la perdimos por penales y otra en el 93, que nos quedamos sin energía. Más cerca de ganar una Champions que en los penales no hay, pero soy un cabeza dura y voy a seguir insistiendo mientras tenga la posibilidad en este club», asegura.
«Es un momento difícil, duro. No lo esperábamos. Es la segunda vez en diez años que quedamos fuera de los octavos de final. No estaba dentro de lo que esperábamos, pero es la realidad, y la realidad es que la temporada pasada nos costó muchísimo entrar en los octavos de final. Este año merecimos más en todos los partidos», asume. «Hay dos lugares en los que ponerse en la vida, en el victimismo o en el de seguir trabajando y yo estoy por lo segundo», añade.
Simeone explicó por qué fue Carrasco el encargado de lanzar el penalti en el último minuto y no Griezmann. «Como fue con el Espanyol en el último minuto. Pateó él la pelota en un momento difícil del partido. Lo hizo contra el Real Madrid y es uno de los pateadores que pueden hacerse cargo. Griezmann estaba cansado y el partido que estaba haciendo Yannick le invitaba a asumir las responsabilidad por la confianza que se tenía y eso es muy valorable», explica el entrenador del Atlético.
E insiste en el agotamiento de Griezmann cuando le vuelven a preguntar. «Greizmann estaba muy cansado. En ese momento Carrasco agarró la pelota en cuanto el arbitro fue a ver el VAR. Carrasco es uno de los tiradores y los compañeros le dieron esa posibilidad», argumenta Simeone.
El rendimiento de Carrasco mejoró el que ha ofrecido durante toda la temporada. El de otros empeoró, pero Simeone no quiso señalar a nadie. Tampoco a los primeros sustituidos, Hermoso y Correa, que se marcharon en el descanso. Su salida y la entrada de Saúl y De Paul coincidió con la mejoría del juego del Atlético. «Con Mario podíamos tener un pase de salida más rápido. Ni Correa ni Hermoso son responsables de nada, el equipo en el segundo tiempo jugó mejor porque nuestro equipo es así», reconoce.
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