Fútbol
El Atlético es un sufrimiento
Volvió a padecer para rentabilizar ante el Cádiz un gol temprano de Joao Félix, Empató Negredo y lo arregló De Paul
Gana el Atlético y la victoria lo tapa todo. Tapa los minutos de apatía, el tiempo de sufrimiento que vivió encerrado por un equipo que lucha por salir del descenso y la realidad de que el partido debía haberlo liquidado en el minuto tres, cuando Joao Félix aprovechó el regalo de Conan Ledesma, que le entregó el balón en el área como si fuera un compañero para marcar el primer gol del partido.
Es un equipo difícil de ver el Atlético si se le mira con un mínimo criterio estético alejado de la pasión. No tiene ninguna continuidad ni tampoco intención de acompañar los destellos de Joao Félix. Juega con la sensación de sentirse superior, Y gana porque lo es.
Pero el Cádiz, que sufre para intentar seguir un año más en Primera, podía haberse llevado algo más del Metropolitano si Giménez no hubiera estado despierto para corregir el error de Oblak en la salida y despejar sobre la línea de gol el remate de Luis Hernández que estaba destinado a convertirse en el empate. Antes ya había amenazado Idrissi, pero entonces sí estuvo acertado Oblak para despejar.
El Atlético juega con la ventaja que le da encontrar siempre el gol temprano de Joao Félix, que se ha convertido en costumbre. Con la primera ventaja se deja ir, como si tuviera la fortaleza defensiva de las primeras temporadas de Simeone en el banquillo.
Pero la realidad es que el Atlético es un equipo frágil, que tiembla cada vez que la pelota vuela sobre su área. Y más cuando enfrente tiene a un futbolista como Negredo, que cumple años pero no pierde facultades en el área. El delantero del Cádiz fue muy superior a los centrales del Atlético y lo demostró en la jugada del empate. El vallecano remató cómodamente el centro de Espino entre Giménez y Reinildo.
Corrigió De Paul en la segunda parte, rematando un rechace de Ledesma a disparo de Correa para poner por delante al Atlético. Pero con eso no era suficiente para que el Cádiz se diera por vencido.
Siguió buscando el empate. Y pensando que todo podía haber sido diferente si González Fuertes no se hubiera arrepentido de expulsar a Reinildo por entrar con los tacos por delante después de ver la jugada en el monitor. Compensó expulsando al canterano Serrano por una entrada más suave. Pero quedaban dos minutos y nada cambió.
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