Tribunales
Un árbitro, a la Guardia Civil: el hijo de Negreira "se movía con total libertad" por el Camp Nou
Fernando Román Román aseguró a los agentes que Javier Enríquez "sí accedía al vestuario arbitral" y que su padre "imponía"
El árbitro Fernando Román Román aseguró a la Guardia Civil que el hijo de Enríquez Negreira -el vicepresidente de los árbitros al que el FC Barcelona pagó más de siete millones de euros durante 18 años mientras era el número dos de los árbitros- "se movía con total libertad" por el Nou Camp.
Román Román recordó a los agentes que en un partido de Copa, Javier Enríquez acompañó al estadio al equipo arbitral, del que formaba parte (en la línea de lo manifestado por otros colegiados que han declarado como testigos) al estadio azulgrana tras pasar a recogerlos por el hotel, donde charlaron de "cosas no relacionadas con el partido", sino de la aplicación de la psicología al deporte, "buscando captarles como clientes".
Según su testimonio, una vez en el interior del estadio el hijo de Negreira "permaneció por dentro de las instalaciones" en las zonas no abiertas al público.
Al contrario de lo que aseguraron otros colegiados a la Guardia Civil, Román Román dijo que Javier Enríquez "sí accedía al vestuario arbitral" y que incluso les gestionaba "algo de cena" junto al delegado de campo si el partido acababa tarde.
En cuanto a Enríquez Negreira, señaló que dentro del colectivo arbitral "se le tenía respeto" porque su presencia "imponía" dado que era la persona más cercana al presidente de los árbitros, entonces Victoriano Sánchez Arminio-.
El "general" de los árbitros
En esa misma línea, el colegiado Antonio Mateu Lahoz, hasta el año pasado árbitro de Primera División, aseguró a la Guardia Civil que Negreira en un contexto "jerárquico y opaco" como el del estamento arbitral era equiparable con un "general o coronel" en el Ejército. Por este motivo, criticó al actual presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) -que le dejó fuera de la máxima categoría al concluir la pasada temporada- por decir que Negreira "no pintaba nada", unas manifestaciones que considera "absolutamente desacertadas" y que "no tienen sentido", porque Medina Cantalejo "conoce a Negreira desde hace muchos años y fue su director adjunto" junto a Manuel Díaz Vega.
Según dijo, apenas conocía a Enríquez Negreira, pues solo habló con él en la temporada 2004, cuando le llamó por teléfono para informarle de su ascenso a Primera División. Después, solo se lo cruzó en un par de ocasiones.
Respecto a Javier Enríquez, aseguró que tenía "una cartera de árbitros muy importante, seguramente captados como clientes individuales durante las concentraciones arbitrales" y destacó que que el hijo de Negreira "siempre había ayudado" a Velasco Carballo en su periplo arbitral, por lo que se extrañó de que este último no contara con él cuando asumió la presidencia del CTA.
Sobre su relación con él, dijo que alguna vez tomaron café juntos en Barcelona, dialogando sobre "aspectos técnicos" porque Javier Enríquez acompañaba a los delegados arbitrales, sobre todo catalanes, encargados de valorar la actuación de los colegiados. Sin embargo, aseguró que él "nunca hubiese contado con él como coach" porque él mismo le había explicado que prestaba sus servicios a jugadores y árbitros.
Eso sí, precisó que era "un buen profesional" que aportaba "herramientas diferentes" y les daba "una nueva perspectiva" en temas de formación mental en sus charlas durante las concentraciones de árbitros organizadas por el CTA. No obstante, precisó que "si no hubiese sido hijo de Negreira no hubiese podido dar esas clases".
Al igual que otros compañeros de profesión, Mateu Lahoz explicó que Javier Enríquez le acompañó en una o dos ocasiones al Camp Nou o al estadio del RCD Espanyol junto al delegado encargado de los informes de la actuación arbitral.
"Información privilegiada" del CTA al Barça
En su opinión, Javier Enríquez disponía de "información privilegiada" proveniente del Comité Técnico de Árbitros para elaborar los informes que realizó para el FC Barcelona. De otra forma, argumentó, no es posible que aludiera en uno de esos informes a un "neverazo" al colegiado asistente Pau Cebrián por haberse mostrado "demasiado amigable con los jugadores del FC Barcelona" en un Clásico contra el Real Madrid (celebrado el 3 de diciembre de 2016) e incluso que supiera que al afectado esa decisión "no le había gustado mucho".
Sí dejó claro que los informes que elaboró para el Barça "deberían ser elaborados por el equipo técnico del club", por lo que ve innecesario que se contratase a un tercero para ese cometido.
Otro de los colegiados que declararon como testigos, el exárbitro internacional Eduardo Iturralde González, dijo a los agentes que los pagos del Barça a José María Enríquez Negreira -más de siete millones durante 18 años mientras era el número dos de los árbitros- sirvieron para "enriquecer a directivos del Barcelona" porque ese desembolso "no se puede justificar".
En su declaración ante los agentes el pasado julio en el marco del "caso Negreira", Iturralde -que ascendió a Primera en 1995, dos años después de que Enríquez Negreira llegara a la vicepresidencia del Comité Técnico de Árbitros (CTA)- aseguró que "con ese dinero algún directivo del club se ha enriquecido a través de una factura fundamentada en informes arbitrales que no tienen apenas valor".
"Una traición a los árbitros"
Según explicó, la contraprestación era "el hijo de Negreira", pero esos desembolsos no iban destinados a comprar árbitros, "porque son veinte y el dinero que pagó el FC Barcelona no es suficiente para pagar a esos veinte árbitros", por lo que descarta que acabara en manos de directivos del Comité Técnico de Árbitros. "Si Sánchez Arminio lo hubiese sabido lo habría cortado y despedido a Negreira", aventuró antes de insistir en que los informes arbitrales elaborados por el hijo de Negreira, Javier Enríquez, para el club azulgrana "no sirven para nada y apenas tienen valor económico", por lo que considera que ese servicio "no se puede justificar".
Para otro de los árbitros que comparecieron ante la Guardia Civil, Daniel Ocón Arraiz, "no se puede explicar que Negreira estuviese tantos años contratado por el FC Barcelona" por esos informes arbitrales con los que según él se buscaba "conocer las debilidades" de los árbitros "con el objetivo quizá, no de beneficiar a un club, pero sí de remarcar esas vulnerabilidades del árbitro". Algo que considera "una traición a los árbitros".
De hecho, al igual que Iturralde González, manifestó que con esos informes se trataba de "vender humo" utilizando a una personas con el objetivo de que ese dinero "volviese a otros directivos" del club azulgrana.
Tras aclarar que el hijo de Negreira nunca le acompañó al estadio, lamentó que "este escándalo mediático ha puesto en el disparadero a todos los árbitros".
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