Europa League
Locura de tanda de penaltis del Villarreal-Manchester United: “No tiraba uno desde infantiles”
En el equipo español marcaron los 11 jugadores. En el inglés acabó fallando su portero, De Gea, para el 11-10
La locura que ya de por sí es una tanda de penaltis llegó a su máxima expresión en la que disputaron el Villarreal y el Manchester United en la final de la Liga Europa. Nadie quería fallar, y eso que.... “Es increíble que hayamos metido todos, ¡si no ensayamos!”, admitía Albiol, encargado de anotar el 7-6. “No tiraba uno desde infantiles”, reconoció en los micrófonos de Movistar. Pues tuvo toda la calma del mundo para esperar a ver dónde se iba De Gea para ponerla con suavidad al otro lado.
La tanda fue increíble. Empezó Gerard Moreno, el goleador del partido que no falló y que un rato después se temió lo peor. “Pensaba que tenía que tirar el duodécimo”, desveló. Porque todos sus compañeros acertaron y había que volver al principio. El 1-1 lo puso Mata, que prácticamente salió para eso. Anotó fácil. Raba también llevaba poco tiempo en el campo, y gol. Álex Telles situó el 2-2 y con Paco Alcácer llegó uno de los pocos penaltis que casi para el portero, pues De Gea tocó la pelota, pero llegó el 3-2. También Rulli estuvo a punto de despejar el tiro de Bruno Fernandes, una de las estrellas del United, pero no pudo evitar el 3-3. Alberto Moreno estableció el 4-3 firme y cruzado con su zurda, Rashford engañó al meta “amarillo” y Parejo, el especialista de Emery, lanzó fuerte y seguro para el 5-4. “La tanda no es suerte, hemos metido todos, hasta el portero”, dijo después el veterano centrocampista. Cavani tampoco tembló y los cinco elegidos por cada equipo, cumplieron.
Tocaba empezar con los “suplentes”. Moi Gómez lanzó al centro, Fred colocó el 6-6. Después fue cuando Albiol tuvo que hacer memoria con esos penaltis que tiraba de infantil, pero mostró toda su veteranía. Presión para James, que parecía que iba a tirar a un lado y lo hizo perfecto al otro: 7-7. Coquelin se sacó un tiro con riesgo a la escuadra y después definió el torneo que había hecho el Villarreal como “un cuento de hadas”. Todo estuvo cerca de acabar ahí, porque a Rulli se le escapó el penalti de Shaw. De Gea, después, acarició un poco el intento de Mario Gaspar, pero acabó dentro: 9-8. Tuanzebe logró un buen gol, pero no mejor que el de Pau Torres, el chico de la casa, el más querido, lo que podía ponerle una presión extra. Lindelof tuvo más problemas, pero ajustó muy bien y con su 10-10 todos los no porteros habían marcado. Rulli se sacó un golpeo de empeine potente y colocado espectacular. La memoria del guardameta iba más allá que la de Albiol. Es más... “Nunca había tirado un penalti”, afirmó. “Estaba enfadado porque había tocado tres y no pude pararlos y solo pensé en que fuera fuerte y que entrara”, continuó. Así pasó. Y después detuvo el chut de De Gea.
“Los penaltis no son una lotería, también tienen otros componentes como el de conocer al rival y tener la mentalidad adecuada”, opinó Unai Emery. “La decisión en los penaltis no pasa por elegir a los que lanzan y prueba de ello es que han lanzado todos y eso no lo podíamos prever. Es increíble que todos marquen”, continuó el técnico que sumó su cuarto título de la Liga Europa, todo un récord.