Austin
Vettel sigue a su aire
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull), tetracampeón mundial, se impuso hoy en el Gran Premio de los Estados Unidos y batió, con ocho, el récord de victorias consecutivas en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno. Fernando Alonso fue quinto.
Con el campeonato de pilotos y constructores decidido, sólo el subcampeonato de ambas categorías importaba ayer en un mundial caracterizado por el dominio absoluto ejercido por Red Bull y Vettel. Ahora, sin presión alguna nada más que acumular buenos resultados, el alemán sigue abrumando en la pista con un monoplaza que es inalcanzable para sus rivales. Ayer, en Estados Unidos, volvió a demostrar que es el mejor y logró una nueva victoria siguiendo el guión establecido: salir en primera posición, no cometer errores en la arrancada y tomar cierta ventaja para no tener problemas en la parada en boxes o en caso de que el coche de seguridad neutralizara la prueba. Y cumplió con lo establecido para establecer un nuevo récord de triunfos consecutivos en una temporada: ocho. Ni siquiera la salida a pista en la primera vuelta del «safety car» le distrajo en su camino hacia la gloria.
Desde ese momento, impuso un ritmo frenético que ni siquiera Grosjean, que parecía tener un buen monoplaza en el circuito de Las Américas, pudo seguir. El galo peleó finalmente con Webber, que, como siempre, arrancó mal y debió recuperar el terreno perdido. Debió conformarse con la tercera plaza porque el de Lotus se mostró muy fuerte.
El podio quedó de esta manera y, por detrás, Ferrari daba un paso en falso en la lucha por el subcampeonato de constructores, ese lugar que da derecho a recibir 65 millones de euros y que resulta tan importante a la hora de afrontar la próxima temporada. Alonso no arrancó bien, como todos los que partieron desde el lado sucio de la pista. Pero supo rehacerse y poco a poco fue apuntalando la quinta plaza final, que a él sí le sirvió para asegurarse el segundo puesto en el Mundial. «Estoy contento de ser subcampeón y el primero de los mortales», dijo. En carrera, tuvo sus más y sus menos con Sergio Pérez hasta que la estrategia en boxes le permitió superarle, aunque por muy poco. El asturiano alargó más que el mexicano su presencia en pista y cuando regresó aguantó los envites del de McLaren. Conservó la posición y marchó a por Hulkenberg. No tardó en alcanzarlo y arrebatarle la quinta plaza. Sin embargo, el de Ferrari no pudo cumplir el objetivo de cruzar la meta por delante de Hamilton, piloto de Mercedes y principal rival en la particular batalla que ambos libran en la última parte del campeonato. El inglés supo gestionar los dos segundos de ventaja que tenía sobre y no hubo duelo cuerpo a cuerpo entre ambos. Una vez más, un escenario que parecía favorable al F138 resultó un fiasco y ahora habrá que esperar a Brasil para dilucidar la segunda posición final en la tabla de constructores. Además, Rosberg también sumó algún punto para Mercedes, todo lo contrario que Massa, que no aportó nada. Parece que la confirmación de que el brasileño estará en Williams el próximo año ha servido para relajarle en lugar de mantener la presión que demostró en citas anteriores.
Resta una semana para que termine la temporada y todo el mundo está pensando en la siguiente campaña. Todavía hay varios puestos por cubrir y estos días se vive una tremenda guerra de despachos. No hay margen para sorpresas, pero sí lo habrá para 2015.
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