Fernando Alonso, el veterano piloto español que ahora defiende los colores de Aston Martin, tiene aún futuro por disputar, pero también mucho pasado. De eso ha hablado en un documental de Dazn, pero también ha compartido su visión sobre la próxima temporada, marcada por un renovado espíritu de triunfo. "El equipo tiene hambre de victoria, está motivado y hay entusiasmo. Esta fuerza de Aston Martin seguramente me ayude a mí también a mantener la sonrisa", asegura el piloto español. 

Con la mirada puesta en el Gran Premio de Baréin, que dará inicio a la competición el 2 de marzo, Alonso transmite una mezcla de optimismo y nostalgia al recordar sus días de gloria y las relaciones forjadas en el asfalto.

El bicampeón mundial no duda en evocar el Gran Premio de Valencia de 2012 como un punto álgido de su carrera, donde se sintió "invencible" y en "otra dimensión". "Fue lo más cercano que me he sentido nunca a ser invencible, a estar en otra dimensión", dice.

Estos momentos de éxtasis contrastan con la reflexión sobre su primer título en Interlagos, Brasil, en 2005, que para Alonso significó la culminación de un sueño, liberado en un grito que condensaba 15 años de esfuerzo y dedicación. "Brasil 2005 me hace recordar la liberación de un sueño. Cada uno lo expresa de una manera y yo lo hice así, con un grito con toda mi energía en el que iban 15 años de mi carrera deportiva". Ahora lo recuerda con cierta nostalgia: "Creo que no disfruté todo lo que debería de esos momentos. Tenía 24 y 25 años y ya estaba pensando en la siguiente carrera y en lo siguiente. Pensaba que volvería a repetirlo, y tengo pocos recuerdos de esa tarde, de esa noche, de esa vuelta a casa o del abrazo con mi madre y con mi hermana.

Fernando Alonso también ha tenido palabras para Flavio Briatore, su antiguo jefe de equipo en Renault, con quien mantiene una relación "casi paternal" tras 23 años. En un mundo donde las lealtades pueden ser efímeras, Alonso valora la sinceridad y la confianza que ha encontrado en Briatore.""Llevamos 23 años juntos y no ha hecho más que reforzarse la relación, que es casi paternal. Es una persona de la que me he podido fiar y ha estado cerca. En el deporte profesional ves fácil las personas que están por interés y las que están de verdad y son sinceras, en las que está Flavio", confiesa.

La rivalidad con Lewis Hamilton, especialmente intensa en 2007, es otro capítulo que Fernando Alonso aborda con franqueza. Aunque reconoce que la relación ha cambiado y que no se consideran amigos, admite que la tensión y la fricción de aquellos días dejaron una marca indeleble en su memoria. "No seremos amigos en el futuro. No compartimos muchas cosas, pero en 2007 la rivalidad llegó a un escalón superior. Empezamos a notar esa tensión y esa fricción. Llegas a la reunión del equipo, y ves cómo tiene quejas para corregir y mejorar lo suyo, no lo de los dos, y así lograr ese extra de ventaja", cuenta y recuerda el pasado. "Hubo muchas cosas que rompieron la armonía. Éramos jóvenes e inmaduros, yo el primero, pero además teníamos un jefe que no supo controlar la situación. Va a quedar bajo llave lo que pasó, he borrado muchas cosas. Cada vez que nos adelantamos tiene un extra, y creo que siempre estará".

Sin embargo, en el deporte que tantas veces se caracteriza por la soledad, Fernando Alonso destaca la amistad con Giancarlo Fisichella y la buena relación con pilotos como Max Verstappen y Checo Pérez. Con ellos comparte una visión del automovilismo basada en la confianza y la simplicidad, valores que, según Alonso, son esenciales en la pista. "Verstappen en sus inicios tuvo más incidentes, pero creo que somos muy similares. Vamos con la ropa del equipo y una mochila, corremos el sábado y el domingo y nos vamos con la mochila otra vez. Nos gustan las cosas simples", dice.