Real Madrid y Barça se miden en el primer duelo directo de la temporada. Desde 2007, la ACB ha apostado por situar el clásico en fechas navideñas aprovechando el parón del fútbol.

A falta de Torneo de Navidad, clásico. No es mal cambio. Once años después del adiós de una cita que llevaba tiempo agonizando y que regaló jugadores y partidos inolvidables, los Real Madrid-Barcelona han ocupado su lugar. La ACB decidió en 2007 que había que aprovechar el parón futbolero. Tomando como referencia el «Christmas Day» de la NBA, en el que se programan los partidos más atractivos posibles, la Liga decidió que estos días son ideales para vender su mejor producto: el clásico. Desde entonces, el balance estas fechas es 5-3 para el Real Madrid. El campeón de Liga recibe hoy a los azulgrana en el mejor momento de lo que va de temporada para ambos.

«No es un partido a vida o muerte», coinciden ambas plantillas y más con el arranque de la segunda fase de la Euroliga la próxima semana. Se trata de comprobar cómo llegan al primer gran partido después de casi tres meses de pretemporada. Las novedades en los azulgrana y las lesiones y el cansancio en los madridistas han lastrado el primer tercio de campaña para ambos.

El clásico será el primer partido para Pablo Laso después de su renovación como técnico madridista por dos años más. Su contrato acababa en 2016 y la extensión hasta 2018 se contemplaba desde el final de la pasada temporada, pero ha habido demasiado movimiento y agitación en el club como para anunciarlo antes del pasado miércoles. No ha sido el único premio para Laso. El regreso de K. C. Rivers, que hoy todavía no estará disponible, es la ratificación de que todas las marejadas que afectan al equipo de fútbol se convierten en calma absoluta en la sección de baloncesto.

El clásico enfrenta al mejor ataque de la Liga, el Madrid, con la mejor defensa, el Barça. Eso no equivale a dos equipos que se muevan en estilos antagónicos. El Madrid puede defender tan bien como el Barcelona y viceversa. La calidad de ambas plantillas y su profundidad en todos los puestos permiten a Laso y Pascual manejar multitud de combinaciones. En los locales la única baja será la de Rudy y en el Barça es complicada la presencia de Arroyo y Abrines. Las bajas apenas lastiman el potencial de ambos.

«El mejor momento de forma espero que esté por llegar, pero es verdad que en los últimos cincuenta días el equipo ha ido a mejor, algo normal y esperado. Hay jugadores que han ido cogiendo su mejor momento de forma y hemos ido acoplando a los nuevos», afirma Laso. «Hace un mes quizá nos hubiesen dado como favoritos, pero ahora es cierto que al Madrid se le ve jugar más alegre y con más fuerza», responde Pascual. La gran novedad respecto a anteriores clásicos es que el liderato no va a estar en juego. Ambos llegan con una derrota por detrás del inalcanzable, por ahora, Valencia Basket de Pedro Martínez.