Copa del Rey
Dovbyk, el goleador inesperado
Dovbyk costó algo más de 7 millones de euros al Girona. Antes había jugado en ligas menores y ya es el «pichichi» de la Liga
Para el Girona no era fácil encontrar un sustituto para Taty Castellanos. El argentino, que marcó cuatro goles al Real Madrid la temporada pasada, se marchó al Lazio a cambio de 15 millones para el New York City, que era el propietario de sus derechos y el club encontró una solución a mitad de precio. Algo más de siete millones pagó al Dnipro por el 70 por ciento de su pase. Una cantidad suficientemente alta como para convertir a Dovbyk en el fichaje más caro de la historia del Girona.
Es el más caro, pero probablemente también uno de los mejores. Los tres goles que marcó al Sevilla en seis minutos hacen de él el máximo goleador del campeonato igualado con Bellingham, que costó 100 millones de euros.
Dovbyk ya ha marcado un gol más de los que consiguió Castellanos la temporada pasada. Pero no ha hecho más que continuar con la rutina que traía de los últimos años. Marcó 29 goles la temporada pasada con el Dnipro entre todas las competiciones. Ahora su objetivo es alcanzar los 21 que marcó Christian Stuani en el curso 2017/18, la cifra más alta que ha conseguido un futbolista del Girona. Y le queda casi media temporada por delante para conseguir la mitad de los goles que ha marcado hasta ahora.
El ucraniano llegó arrastrado por la presencia de su compatriota Tsygankov, que le hizo de embajador y de guía cuando llegó. Una pareja de amigos que ha elevado el nivel futbolístico del Girona. «Dovbyk tiene capacidad de meter goles, el tercero es de los más espectaculares que hemos visto. Se lo merecen todo estos jugadores Es un espectáculo verles entrenar. Disfruto mucho con ellos y reconozco el talento que tienen», decía Míchel, su entrenador, después de la goleada al Sevilla.
El «9» del Girona es un futbolista engañoso. Un jugador muy alto, con aspecto de tronco que pide la pelota a la cabeza, pero tiene varios registros, es capaz de jugar con el pie con facilidad y criterio. La muestra son las cinco asistencias que ha repartido esta temporada, solo dos menos que su compañero Savio, que es el que más ha dado en el curso. Y el segundo es Yan Couto, con seis, lo que también habla del estilo de juego del Girona.
Al club catalán llegó sin hacer ruido y después de dar muchos rodeos antes de acabar en la Liga española. Emigró para jugar primero en el Zaria Balti de Moldavia y, más tarde en el Midtjylland y el Sonderiyske de Dinamarca antes de regresar a Ucrania para jugar en el Dnipro.
Él mejora los números de Castellanos y el Girona ya ha mejorado su marca histórica de puntos en Primera. Ahora el objetivo es llegar por primera vez a la penúltima ronda de la Copa. «La posibilidad de llegar a semifinales es un reto espectacular», admite Míchel. «Queremos hacer historia», añade.
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