F-1
El culebrón que puede llevar a Verstappen fuera de Red Bull y conmocionar la F1
Max Verstappen y su padre, Jos, declaran la guerra a su jefe de equipo en Red Bull, Christian Horner, usando temas personales
Los organizadores de la Fórmula 1 se enfrentan a un terrible problema en las próximas semanas. El dominio de Red Bull es tan grande que las carreras corren el riesgo de caer en el aburrimiento. Y, por tanto, el seguimiento de los aficionados decaería. Pero este es un deporte tan especial que la acción está dentro y fuera de la pista. Si Verstappen amenaza con convertir la temporada en un auténtico sopor, lejos del circuito se libra una batalla igual o peor que está sacando lo mejor y lo peor del ser humano. Y es que, la F1 siempre ha demostrado una total falta de generosidad, anteponiendo los negocios y el dinero a cualquier otra cosa. Y todo esto viene provocado por el movimiento de ajedrez que realizó el pasado mes Lewis Hamilton cuando anunció su marcha a Ferrari en 2025. La jugada no sentó nada bien en Mercedes y por eso, su jefe de equipo, Toto Wolff, ha empezado a mover ficha a lo bestia.
El objetivo no es otro que fichar a Max Verstappen para la marca de la estrella y arrebatárselo a Red Bull, que hace un año renovó a su piloto con una cantidad anual muy importante, cercana a los 45 millones de euros a lo que hay que sumar otros 20 por objetivos. Y el de Países Bajos logró lo máximo el pasado año. Pero siempre se quiere más y hay situaciones profesionales y personales que provocan verdaderos terremotos dentro de los equipos. El que ocupa ahora a la F1 es el escándalo de la investigación interna llevada a cabo por Red Bull a su jefe de equipo, Christian Horner, por conducta inapropiada con una empleada. El resultado de dicha investigación fue favorable a Horner, pero lejos de diluirse el problema, alguien filtró a la prensa todo el material de la investigación, incluyendo fotos y los presuntos mensajes de WhatsApp. Todas las sospechas apuntan al padre de Max Verstappen, Jos, que en los últimos meses habría tenido varias discusiones con Horner y la relación se habría tensado mucho. Con el ambiente así, el fichaje por Mercedes estaría en un primer plano con Toto Wolff intentando atraer al holandés y, por qué no, aprovechando la ocasión para debilitar al enemigo internamente, algo que está claro que, de momento, no ha conseguido. A todo esto, en Red Bull no quieren que la situación les «pille» desprevenidos y en Baréin se pudo ver a Briatore, el representante de Alonso, hablando con Horner y Helmut Marko, los dos responsables del equipo energético en cuanto a pilotos (y mucho más).
Pero aquí todos hablan con todos, porque Carlos Sainz padre también habló de su hijo tanto con Mercedes como con Red Bull. Es decir, ahora mismo se está librando una tremenda batalla entre los dos pilotos españoles por ocupar los volantes más deseados del momento. El otro piloto en liza que también acaba contrato a final de este año es Checo Pérez, pero el mexicano parece estar en la posición más débil.
Lo de Jos Verstapen (conocido en la F1 por su difícil carácter) y Christian Horner viene de lejos y ahora se rumorea que todo podría deberse a un tema de celos, ya que, presuntamente, la empleada a la que Horner dirigió su presunta conducta inapropiada con esos mensajes mantiene ahora una relación con el padre de Max. La batalla está en los despachos y cualquier maniobra o incluso comentario puede provocar la tormenta perfecta. La F1 quiere a Alonso en Red Bull o que un piloto del talento del asturiano comparta equipo con Verstappen y ambos luchen por el título. Es la solución al aburrimiento que produce un solo equipo dominador, que, sus pilotos peleen por el campeonato. Y ahora no es el caso porque Pérez no está en condiciones de batir a Verstappen. O al menos la escudería no plantea la posibilidad de que se repitan duelos.
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