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Clásica Jaén Paraíso Interior
Kwiatkowski da brillo a la Clásica de Jaén
El polaco se impone en solitario en la meta de Úbeda por delante de Del Toro y de Ibon Ruiz. Van Aert no pudo tomarse la revancha del año pasado
![Kwiatkowski, ganador en Jaén](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages01/2025/02/17/1E877346-B174-4141-937E-823881C683A1/kwiatkowski-ganador-jaen_98.jpg?crop=1600,900,x0,y83&width=1900&height=1069&optimize=low&format=webply)
Jaén esperaba a Van Aert y vio brilla a Kwiatkowski. Como si no hubiera pasado el tiempo el ganador del Mundial 2014 en Ponferrada exhibió la fortaleza que le llevó entonces a vestir el arcoíris. Ya no es aquel prometedor ciclista que era. El tiempo le ha convertido en un ganador a tiempo parcial y un gregario a tiempo completo para las grandes vueltas, pero aunque llevaba año y medio sin ganar no se le ha olvidado cómo se levantan los brazos en la meta.
Su última victoria había llegado en el Tour de 2023. Demasiado tiempo sin un triunfo para un corredor como él, un ciclista que se mueve con facilidad en la arena. Ya había ganado la Strade Bianche, la carrera pionera en mezclar los caminos con la carretera. Ahora ya tiene la Aceituna de Oro, el trofeo que hace dos años se llevó Tadej Pogacar con insultante facilidad y que premia al ganador en Úbeda.
Cambió el recorrido la carrera, que antes alternaba salida y meta entre Baeza y Úbeda, el mar de olivos entre Machado y Sabina, pero no ha perdido espectacularidad. Kwiatkowski resistió el empuje de Van Aert, que dimitió de su persecución a falta de 30 kilómetros. No tiene suerte el belga en esta carrera. Pinchó demasiado pronto el año pasado y perdió todas sus posibilidades de victoria. Buscaba la revancha este año, pero no pudo ser. Se vació antes de lo previsto para perseguir al grupo en el que viajaba Kwiatkowski junto a McNulty y a Ibon Ruiz.
El vitoriano de Kern Pharma era el único superviviente de la fuga inicial, la acostumbra aventura de corredores de los equipos invitados. Ibon se quedó solo junto a Kwiatkowski a falta de 14 kilómetros por el pinchazo de McNulty, pero el polaco era mucho para él y para el desgaste que llevaban sus piernas. A falta de poco menos de 12 kilómetros Kwiatkowski se fue en solitario sin que los de atrás pudieran reducir demasiado los 50 segundos de ventaja que llegó a tener. "He intentado aguantar a Kwiatkowski, pero iba muy rápido y luego me ha pillado Del Toro, que también iba muy rápido y no me he podido imponer", reconocía Ibon.
Del Toro venía de atrás, entre el grupo que perseguía a los fugados. Arrancó con fuerza, pero demasiado tarde para poder alcanzar al ganador. En ese mismo grupo del que se había descolgado Van Aert hacía demasiado tiempo, viajaba Egan Bernal. Está el colombiano intentando volver a ser el que fue. Se dejó ver en carrera, pero no pudo llegar a la meta ubicada junto al antiguo hospital de Santiago por culpa de una caída que le obligó a marchar camino de un hospital de verdad. Las primeras exploraciones del equipo hablaban de una posible rotura de clavícula.
Bernal no pudo estar entre los mejores, pero el orgullo de su equipo, el Ineos, lo había salvado ya Kwiatkowski. Ninguno de los tres anteriores ganadores de la Clásica Jaén Paraíso Interior estaba en carrera, ni Lutsenko ni Pogacar ni Oier Lazkano. Jaén tenía que estrenar nuevo ganador y eligió al único campeón del mundo que estaba en carrera.
"Cuando se ha hecho la fuga a falta de 70 kilómetros he visto que era posible. El segundo tramo de tierra era muy duro", explicaba el ganador. Orgulloso estaba en polaco después de que la temporada pasada se le complicara por una lesión de espalda. "Es un premio para mi familia también. Son muchos sacrificios, muchos días fuera", confiesa. Sacrificios que con la aceituna de oro saben mejor.
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