Tour de Francia
Dios salve al Sky
El equipo británico ha ganado seis de los últimos siete Tours con tres corredores diferentes: Wiggins, Froome y ahora Thomas
Ya no hay dudas. La carrera fetiche del Sky es el Tour. Desde que irrumpieron en el ciclismo mundial para revolucionarlo todo en el año 2010 han ganado siete grandes vueltas. Una, la Vuelta a España del pasado año de Chris Froome después de años peleándola. Las otras seis, el Tour de Francia. El conjunto de David Brailsford tiene tomada la medida a la ronda gala a la perfección. Todos sus esfuerzos se centran en ella y le están sacando partido. Los seis Tours los han ganado en los últimos siete años.
Abrió la veda Bradley Wiggins después de cansarse de la pista y buscando nuevos retos. Lo logró en 2012. Pero todos aquellos sacrificios para convertirse en un peso pluma, el régimen y la abstemia no le gustaron. Se cansó, se hartó pronto. Su heredero iba a ser Geraint Thomas, al que Brailsford, mandamás del Sky y galés como él, le veía la misma planta y aptitudes que Wiggins, eso sí, más centrado mentalmente. Pero le salió el tiro por la culata. En aquel Tour de «Wiggo», alguien fue bastante más fuerte incluso que el maillot amarillo. Un dorsal desconocido, un keniano, venido de la colonia al servicio de la corona: Chris Froome. Tuvieron que pararle para que el «Sir» ganase su Tour y Brailsford no tuvo más remedio que confiar en él al año siguiente y olvidarse de Thomas.
Froome le ha devuelto esa confianza con creces. Ha ganado cuatro Tours en cinco años. El único que no logró fue el de 2014, que es de Vincenzo Nibali, y por una caída que le obligó a retirarse. Y no solo el Tour. Froome fue capaz de derribar esa leyenda que comenzaba a circular por el pelotón en voz baja de que el Sky era capaz de ganar el Tour, pero nada más. Ninguna de las otras dos grandes ni tampoco clásicas. El conjunto inglés se había dado de bruces contra el Giro. Primero lo intentó Wiggins y luego Porte. Ambos sucumbieron. Después, durante años también chocaron contra la Vuelta. Tras años de entrega y lucha por el maillot rojo, Froome se hizo con él el pasado otoño. Meses después y firmando una exhibición de leyenda en el Colle della Finestre, ganó también el Giro.
Es el ciclista que más alegrías ha dado al Sky. Pero no ha podido con éste Tour ni con la fortaleza de su gregario Geraint Thomas. La victoria se queda en casa. Ahora falta ver por cuánto tiempo, pues una convivencia en la escuadra inglesa no parece demasiado sostenible. Ambos son capaces de ganar el Tour y ninguno querrá renunciar a correrlo como líder en detrimento del otro o buscando otros objetivos.
Froome es el mejor «vueltomano» del pelotón ciclista del siglo XXI, pero Thomas es el campeón vigente del Tour y el Sky no querrá dejarlo marchar. Pero tampoco estará dispuesto a someterse más al puesto de obrero. Ha tocado la gloria. Y sabe que puede conseguir más. Sea con quien sea, la corona inglesa del Sky tiene heredero.
✕
Accede a tu cuenta para comentar